Felipe González asegura que, de ser necesario, el recorte del gasto se aplicar a por igual en todas las partidas
El presidente del Gobierno, Felipe González, confirmó ayer, en una entrevista concedida al diario The Wall Street Journal, que el presupuesto de 1993 contendrá un recorte en el gasto público de unos 600.000 millones de pesetas (ver EL PAÍS del 21 de julio).González precisó que el recorte "debe ser selectivo", para afectar lo menos posible a la inversión pública y a las pensiones. A cambio, se concentrará en el gasto corriente, los subsidios de desempleo, y "el brutal aumento de los gastos de sanidad". Con todo, el presidente del Gobierno añadió que si estos recortes no fueran suficientes, se aplicará una reducción de gasto general y de idéntica cuantía en todas las partidas.
Tiempos difíciles
El presidente González considera que la economía española se enfrenta a "tiempos difíciles", a los que su Gobierno piensa hacer frente con una política monetaria estricta y un presupuesto austero, aunque con ellas "puedan perder popularidad y respaldo de los ciudadanos", y añadió que "el Gobierno no cambiará su política económica por las presiones del electorado". Aún con estas medidas, González considera que la economía española podrá crecer los próximos por encima de la media comunitaria y mejorar, por tanto, sus niveles de prosperidad relativa.
El prestigioso diario económico llega a la conclusión de que la probable pérdida de popularidad que conllevará el ajusteno será vital para González, toda vez que "la oposición al Gobierno socialista, aunque gana apoyos entre el electorado, sigue caóticamente fragmentada". The Wall Street Journal añade que en España "no ha surgido un líder que aúne voluntades en la oposición, sea de derechas o de izquerdas".
También en la entrevista, Felipe González augura un "segundo milagro económico en Alemania" como resultado de la unificación, que a su juicio se sumará al impacto favorable en las economías europeas de los avances en la Unión Económica y Monetaria.
