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ESPACIO

Nuevos fallos en el satélite europeo 'Eureca' tras la puesta en órbita complican su misión

Los técnicos de la Agencia Europea del Espacio (ESA) y la NASA estadounidense están pasando desde ayer horas de gran nerviosismo por las complicaciones surgidas en las maniobras de colocación en órbita del laboratorio automático Eureca, el satélite más grande construido hasta ahora por los europeos. El aparato fue sacado de la bodega del transbordador Atlantis, que lo ha llevado hasta el espacio, poco después de las siete de la mañana de ayer (hora peninsular española), después de un retraso de 24 horas, y, con los paneles solares y antenas desplegados, dio varias vueltas a la Tierra.

A las 13.30 de ayer se enviaron al Eureca por radio las órdenes de encender sus pequeños motores para empezar la maniobra de desplazamiento desde la órbita del transbordador, a 460 kilómetros de altura sobre la superficie de la Tierra, hasta la órbita de trabajo del satélite, a 512 kilómetros, donde debe permanecer medio año haciendo experimentos científicos a bordo. Seis minutos después de comenzar la operación, el satélite había tomado una trayectoria inesperada y se enviaron ordenes para apagar los pequeños motores y abortar la maniobra.En ese momento, el Eureca entró en el campo de visión de la antena de 15 metros de la estación de seguimiento española en Maspalomas (Canarias) y los operadores siguieron su paso. No fue así después: desde la estación de Perth (Australia) no lograron detectar el satélite cuando pasaba por su zona. El Eureca estuvo perdido durante unos interminables minutos y fueron momentos de gran nerviosismo en todas las estaciones de la ESA y la NASA, repartidas por todo el globo, pendientes de la misión. Los ánimos se calmaron cuando la estación de Kourou (Guyana) registró el paso del satélite por su campo de visión.

Los operadores intentarán hoy de nuevo enviar órdenes para la maniobra de subir el aparato a su altura y posición correctas. Mientras tanto, el Eureca está girando alrededor de la Tierra con una trayectoria elíptica inesperada y los expertos tratan de esclarecer la causa de las complicaciones surgidas.

No es la primera vez que la colocación en posición de trabajo de un satélite, desde la órbita en que lo deja el transbordador o el cohete, se complica para los responsables del mismo. Así, el satélite astronómico europeo Hiparcos, diseñado para hacer un catálogo de 120.000 estrellas, sufrió un percance similar al del Eureca hace tres años y no se pudo poner en su situación prevista a 36.000 kilómetros de altura. Los científicos tuvieron que adaptar todos los planes de trabajo a la órbita en que se quedó el satélite. A pesar de ello lograron trabajar con el Hiparcos. Los especialistas de la ESA no eran ayer pesimistas acerca del futuro del Eureca, a pesar de los problemas surgidos.

La NASA ha anunciado que la nave espacial Atlantis no irá a recuperar el satélite europeo, de 4.500 kilos. Los ingenieros de la Agencia Espacial Europea (AEE) intentaban ayer descubrir dónde estaba la anomalía y determinar si la misión del satélite estará limitada por su altitud actual.

Los siete astronautas tenían previsto consagrarse a partir de hoy a la segunda parte espectacular de su misión con el desplazamiento y recuperación del primer satélite yoyó que se lanza al espacio, el TSS (Tethered Satellite System), prevista para mañana, martes. El lento desenrollado del cable de 20 kilómetros y su rebobinado les llevará una treintena de horas, según ha indicado la NASA.

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