La eterna ambigüedad calculada
La ponencia de estrategia elaborada para el congreso de Convergéncia Democrática (CDC), que se celebrará el próximo mes de octubre, ha levantado fuerte polémica por unas frases en las que se hace referencia a la pretendida falta de libertad de Cataluña. La frase en cuestión asegura que "el grado de autonomía real de que hoy disponenmos ( ... ) no nos da suficiente libertad, es decir, suficiente capacidad de decisión, ni suficientes medios jurídicos, políticos, ni económicos".Pese a la contundencia de estas expresiones, (la agencia Efe publicó ayer una transcripción inexacta al atribuir al texto que "Cataluña no goza de bastante libertad") lo cierto es que una lectura de la totalidad de la ponencia no permite apreciar cambios estratégicos, ni siquiera tácticos en relación a las tesis sostenidas por CDC en sus anteriores congresos.
El documento no plantea objeción al Estatuto de Autonomía -una de las reivindicaciones insistentes del sector más radical de CDC, que pide la revisión del texto- y no se aparta de las tesis ya conocidas de la aceptación del marco constitucional español en el que se inserta y desarrolla la autonomía de Cataluña.
Unas tesis que fueron claramente expuestas en la conferencia pronunciada Pujol en la Universidad Carlos III de Madrid en mayo del pasado año. "El autogobierno catalán se produce en el marco español (... ) y es en este marco donde tendremos que discutir aspectos esenciales de nuestro autogobierno", dice el texto congresual.
Las referencias a la falta de libertad de Cataluña -en alusión al "grado de autonomía real" del que se dispone- parecen básicamente dirigidas a criticar la lectura restrictiva del Estatuto que desde hace tiempo Convergéncia achaca al Gobierno socialista. Es decir, no al cuestionamiento del marco jurídico de la autonomía catalana, sino a la interpretación que de él hace la otra parte, el Gobierno español.
El contenido de este punto de la ponencia no puede desligarse tampoco de la situación catalana de los últimos meses en los que las tesis del independentismo amenazan con hacer mella en parte del electorado convergente. Lo escrito en el texto de 1992 parece incluso más moderado que el de 1989, donde podían leerse expresiones del siguiente tenor: "La plenitud nacional de Cataluña es un objetivo prioritario"; "la identidad de Cataluña como nación está ameríazada". O bien: "Reclamamos la soberanía que Cataluña necesita para poder ser plenamente una nación".
Ese constante llamamiento a no bajar la guardia ante un objetivo final no satisfecho -el grado de autonomía real conseguida no es suficiente, se insiste- es lo que permite a Pujol mantener en su sintonía a quienes desde su partido alientan y participan en la campaña Freedom for Catalonia. Esta misma circunstancia permite que Jordi Pujol, en su ambigüedad calculada, se deje fotografiar sin inmutarse entre sus jóvenes cachorros, con banderas y camisetas de la campana promovida por los independentistas al amparo de los JJ OO.
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