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Reportaje:

El gran día de Tomas Fábregas

Un activista antisida español desafía con éxito las leyes de inmigración de EE UU

Alfonso Armada

Tomás Fábregas no las tenía todas consigo en el avión que le trasladaba desde Amsterdam a San Francisco. Este coruñés de 34 años con más de 12 de residencia legal en Estados Unidos había desafiado al presidente George Bush a que aplicara contra él la legislación que impide entrar en EE UU a los ciudadanos de otros países que sufran el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA). Pero Fábregas pudo ayer dormir en su casa del barrio de Oakland gracias a la repercusión pública del reto que hizo en la conferencia sobre el sida clausurada el viernes en la capital holandesa. Frank M. Jordan, alcalde demócrata de San Francisco, sensible a los estragos que la enfermedad ha causado en la ciudad, bendijo su vuelta a casa con un bando en el que proclamaba el 25 de julio de 1992 ."Día de Tomás Fábregas en San Francisco", en "reconocimiento a su histórico y valiente esfuerzo" en contra de las "incoherentes y discriminatorias regulaciones de inmigración"."Francamente no tenía claro que me fueran a dejar entrar en el país", declaró Fábregas en su casa a EL PAÍS. En el aeropuerto se habían, congregado un nutrido grupo de amigos, activistas antisida y cámaras de televisión para ver, si las autoridades de inmigración aplicaban la ley sin contemplaciones. David Ilchert, director de la Oficina de Inmigración de San Francisco, había echado leña al fuego cuando afirmó la víspera: "Todo lo que yo sé es que un tipo está dando la murga en Europa diciendo que quiere volver a casa con su amante. Nosotros responderemos a la pregunta [de si puede entrar o no en EE UU] cuando llegue aquí y podamos determinar su situación de inmigrante"."Hubiera sido una vergüenza que no me dejaran entrar" aseguró Fábregas. "Llevo casi 13 años viviendo en EE UU, me he infectado con el sida en EE UU y me parece inconcebible que EE UU tenga la desfachatez de considerar el no dejame volver a mi casa. Mi vida está aquí, mi médico está aquí, mi compañero está aquí, soy residente legal permanente en el país.. ., pero todos mis derechos quedan en suspenso por tener sida". Fábregas es licenciado en Informática, ha trabajado como editor para las Naciones Unidas y en la actualidad lucha activamente contra el sida desde la organización independiente Act Up. También forma parte del equipo de dirección de la Fundación contra el Sida de la Ciudad de San Francisco.

Para Fábregas, las leyes que prohíben la entrada en EE UU de personas seropositivas contribuyen a la expansión del sida, puesto que dan una falsa sensación de seguridad. La amen de la deportación hace que los emigrantes que hayan contraído la enfermedad se escondan y se pongan fuera del alcance del sistema médico.Fábregas cree que su entrada en el país, pese a su notoria condición de seropositivo, revela la hipocresía de la política de Bush: "Si yo fuera una amenaza para la salud pública del país, el Gobierno me tendría que haber impedido la entrada. La aplicación selectiva de la ley revela las falsas premisas en las que se basa".

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