La Seguridad Social ahorrará 75.000 millones al traspasar el pago de la ILT a las empresas

El ministro de Trabajo, Luis Martínez Noval, anunció ayer tras su comparecencia ante la comisión mixta para las Comunidades Europeas, que la Seguridad Social se ahorrará 75.000 millones de pesetas al año al traspasar el coste de los primeros quince días de incapacidad laboral transitoria (ILT) a las empresas. El ministro aseguró que el Gobierno colaborará con las empresas para mejorar la inspección y reducir las irregularidades.

El traspaso del coste de la ILT a los empresarios es un paso más que da el Gobierno para reducir el déficit del INEM. De los 75.000 millones anuales que ha calculadó el Ministerio de Trabajo, a las empresas les corresponde pagar en lo que resta de año, a partir del 1 de agosto cuando entra en vigor la reforma, unos 3 1.000 millones de pe3etas.La patronal CEOE, por su parte, ha calculado que la medida supondrá un coste anual de 150.000 millones de pesetas, el doble de lo que prevé Trabajo. Martínez Noval reconoció que la medida exige un esfuerzo adicional por parte de los empresarios, de la misma manera que el recorte de las prestaciones al desempleo supone un esfuerzo por parte de los trabajadores, explicó el ministro.

El titular de Trabajo señaló que, una vez modificado el seguro de desempleo, la primera medida que el Gobierno adoptó para reducir el agujero, del INEM, la única prestación cuyo coste se está desviando preocupantemente al alza es la ILT. "En 1992 el gasto de la ILT alcanzaría los 547.000 millones de pesetas si no se corrigiese su evolución", según Martínez Noval.

Noval anunció que Trabajo en colaboración con el de Sanidad tendrá diseñado en los próximos días un sistema de inspección médica para ayudar a las empresas a controlar las irregularidades que se producen en la declaración de las bajas.

En su intervención ante los diputados, el ministro reconoció que el Gobierno se había equivocado en las previsiones de empleo para los años 1991 y 1992 e insistió en que el objetivo primordial del plan de convergencia español era la creación de empleo para acercar la renta per cápita a la media comunitaria. Para ello, según Noval, la mejora de la competitividad es una condición "ineludible".