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La definición del sida levanta una fuerte polémica en la conferencia de Amsterdam

¿Cuándo tiene el sida una persona? La pregunta provocó ayer un fuerte debate en la octava conferencia internacional sobre dicha infección, que se celebra en Amsterdam. Para médicos y científicos, la definición ayuda a evaluar la magnitud de la epidemia. Para los políticos de algunos países muy en especial Estados Unidos, es un rasero que divide a quienes deben recibir trata. miento de los que quedan excluidos de los fondos especiales destinados al sida. Tema, políticos y los diferentes enfoques de los Gobiernos ante el problema centraron una jornada en la que se destacó la complicidad M Estado a la hora de retrasar o impulsar la lucha contra el síndrome de inmunodeficiencia adquirida.

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"La definición del sida sirve para efectuar análisis de la epidemia, no para definir el acceso al sistema de salud", comentó ayer el investigador español Rafael de Andrés, director del Centro de Biología Celular y Retrovirus. "Esta cuestión no es un problema en Europa, pero sí en Estados Unidos, donde puede decidir quién tiene derecho a acceder a los fondos para enfermos del sidal, continúa. En ese país, una parte considerable de la sociedad no tiene acceso al sistema de sanidad pública. Ayer se discutió si es conveniente aplicar la definición con sida a personas seropositivas cuyo nivel de linfocitos en la sangre es inferior a 200. Ello aunque no hayan desarrollado aún las infecciones oportunistas, como se determina hasta ahora.La definición es doblemente importante para las mujeres con sida, puesto que desarrollan enfermedades específicas asociadas al sida que no se recogen en la definición vigente en EE UU realizada sobre enfermedades oportunistas detectadas inicialmente en hombres.

Favor o discriminación

Las legislaciones aplicadas en distintos países pueden ayudar, por su parte, a combatir la epidemia compensando a los hemofílicos (Dinamarca), subvencionando la administración de AZT (Holanda), o bien evitando cobrar la hospitalización de los afectados (Grecia). Algunas normas pueden también fomentar la discriminación o ejercer incluso la fuerza declarando obligatorias las pruebas de detección entre los llamados grupos de riesgo. "La coerción y los análisis forzados violan los derechos humanos y civiles de las personas, y además no sirven para nada en el marco del sida; la promoción de programas voluntarios para averiguar la incidencia de la enfermedad entre toda la población es más adecuada. No establece diferencias entre ellos y nosotros; entre los enfermos que constituyen un peligro para el legislador y el resto de la sociedad sana, a la que dice proteger", señaló ayer Martha Field, de la Facultad de Derecho de la Universidad de Harvard.

Field afirmó que los afectados ocultarán su condición mientras puedan para recibir tratamiento y no ser apartados de la sanidad pública. "Obligar a unos pocos a analizarse logrará que el resto de la población deje de protegerse pensando que los contagiosos ya están aislados". Field recordó que, si las leyes penalizan comportamientos discriminatoríos, el afectado tiene derecho a acudir a los tribunales. "La denuncia de un maltrato o negligencia consciente en los cuidados que debe recibir cualquier enfermo, tenga o no el sida, ayudará a estos últimos a hacer hincapié en los factores sociales de la dolencia. Si no, las consecuencias de su abandono destrozarán los fundamentos de la sociedad".

Ayer se debatió una incógnita que ocupa ahora a los científicos estadounidenses: varias personas presentan síntomas de inmunodeficiencia sin ser seropositivos. Según James Curran, portavoz del Centro de Control de Enfermedades de EE UU, "puede deberse a un agente infeccioso mutante, pero por ahora no hay evidencia de que se trate del virus del sida. Tengo noticia de unos 20 afectados en varias ciudades".

Los resultados de los últimos trabajos en modelos animales para investigar el sida, uno de los temas en que se esperaban avances también se presentaron ayer. Michael Agy, de la Universidad de Washington (Seattle, EE UU), explicó que han logrado infectar macacos nemestrina con VIH-1, virus que sólo infecta a los primates superiores. Los chimpancés se pueden infectar con este virus, pero no contraen la enfermedad, y otros monos se infectan con el SIV (simian inmunodeficency virus), pero no con VIH. "Los chimpancés se lograron infectar hace unos años, pero son escasos y caros para la investigación; sin embargo, estos macacos son mucho más accesibles para los laboratorios", comentó Agy, que espera lograr "evaluar la efectividad comparativa de varias posibles vacunas del VIH-1, así como medicamentos antivirus'.

Hayami Masanori, de la Universidad de Kioto (Japón), presentó los éxitos logrados en la construcción de virus quiméricos, por ingeniería jenética, entre el VIH- 1 y el SIV, capaces de infectar macacos.

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