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El líder serbio Karadzic acepta el establecimiento de 'pasillos' humanitarios en Bosnia-Herzegovina,

Lord Carrington llegó ayer a un acuerdo con el líder serbio de Bosnia-Herzegovina, Radovan Karadzic, para el establecimiento de pasillos entre las facciones en conflicto que faciliten la llegada de ayuda humanitaria. El cuerdo se logró en el marco de las conversaciones que mantuvo en Londres el mediador e la CE y los representantes de las tres comunidades de la república. Haris Silajdzic, ministro de Asuntos Exteriores musulmán de a República de Bosnia-Herzegovina, y Mate Boban, representante de la comunidad croata en la república, también hablaron con Carrington.

Con estas conversaciones se pretende conseguir un acuerdo que permita la reanudación de las negociaciones de paz que fueron interrumpidas por los líderes, musulmanes en mayo como protesta por un ataque de las fuerzas serbias que ocasionó la muerte de 16 personas en Sarajevo.El líder de la comunidad serbia se declaró optimista al término de su reunión con Carrington. "Hay buenas señales de que vamos a llegar a un acuerdo aquí" recalcó. Afirmó que, a partir de ahora, el establecimiento de los pasillos permitiría también la llegada de ayuda humanitaria por vía aérea.

Al llegar a Londres, el martes, Karadzic ya había intentado dar muestras de, moderación al afirmar que todas las partes implicadas en el conflicto deberían aceptar la idea de que no puede haber ganadores en esta guerra: "Espero que todas. las partes se den cuenta de que ésta es la última oportunidad para que haya paz", aseguró.

El ministro de Asuntos Exteriores de Bosnia-Herzegovina, Haris Silajdzic, se mostró, por su parte, menos conciliador en el tono al calificar de monstruos a los soldados de las fuerzas serbias.

Tras reunirse con lord Carrington, declaró: "Hitler no es historia, Hitler sigue vivo". Afirmó que cualquier avance en las negociaciones quedaba excluido mientras los serbios no entregaran la totalidad de sus armas pesadas a las Naciones Unidas.

Fuentes diplomáticas aseguraron que Silajdzic entregó anoche al mediador de la Comunidad Europea José Cutileiro un plan de paz de cuatro puntos: 1) Cese de todos los actos de guerra. 2) Restablecimiento de la situación política bosnia anterior al conflicto. 3) Reconocimiento del Gobierno de Bosnia y de sus fronteras, y 4) Reparaciones de guerra y castigos para aquellos culpables de crímenes de guerra.

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Tras la reunión con Cutileiro, Silaidzic dijo a los periodistas que había propuesto la formación de un Gobierno en el que tuvieran "igual representación" las Ares comunidades de la república.

Pero, ayer parecía lejana la posibilidad de sentar a los tres representantes de Bosnia-Herzegovina en torno a una misma mesa. La agenda de estas conversaciones preliminares se configuró de forma que no hubiera posibilidad de que los tres líderes se cruzaran en algún momento. Karadzic salió por una puerta del edificio mientras Silajdzic entraba por otra.

El Gobierno británico parece estar dispuesto a intensificar sus esfuerzos, ahora que ejerce la presidencia de la Comunidad Europea, para conseguir la reanudación de las negociaciones de paz. El ministro de Exteriores británico, Douglas Hurd, inicia hoy una visita a la zona del conflicto.

Lord Carrington no quiere arrojar la toalla, a pesar de los sucesivos fracasos que ha cosechado en sus intentos por acabar con una guerra que ya se ha cobrado 7.500 víctimas en la república de Bosnia. El último de ellos se produjo hace apenas 10 días, cuando el enviado de paz de la CE se trasladó a Sarajevo y volvió a Londres con las manos vacías.

Fuerte ofensiva en Sarajevo

Mientras los políticos conversan en la capital británica, los combates siguen sobre el terreno. Al menos 13 personas murieron ayer y otras 72 resultaron heridas en Sarajevo, donde los francotiradores actuan cada día con más fiereza. En la ciudad de Gorazde, sometida en estos tres últimos días a un intenso sitio de las fuerzas serbias, los líderes de esta comunidad calificaron de inminente la caída de esta localidad de 70.000 personas. Los defensores musulmanes de Gorazde emitieron por radio un llamamiento angustiado pidiendo ayuda exterior para evitar la entrada de los serbios en la ciudad. En la ciudad fronteriza croata de Slavonski Brod también murieron 12 personas en una ofensiva de las milicias serbias.

Por otra parte, el secretario general de la ONU, Butros Gali, hizo gala de pesimismo al afirmar en una entrevista publicada por el diario francés Libération que "se necesitarán años para resolver la crisis" en la ex Yugoslavia. "Estamos frente a un problema humanitario que subestima todo el mundo, con 1.200.000 refugiados", añadió.

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