El 'Guernica' saldrá de madrugada

El último viaje del Guernica comenzará en una madrugada del último fin de semana de julio. En una caja metálica recorrerá el kilómetro más polémico de la historia del arte contemporáneo, del Casón del Buen Retiro al Museo Nacional Reina Sofía, en donde será la estrella de la colección permanente que se inaugurará en el mes de septiembre. La obra de Picasso, símbolo de libertades y de paz, va a recibir las mayores medidas de protección, desde los sistemas de climatización y de humedad a las externas de seguridad. De la urna del Casón al escaparate del Reina Sofía; de los frescos de Lucas Jordán a la arquitectura de Sabatini, al final del eje de la Castellana madrileña, cerca de los museos del Prado y Thyssen-Bomemisza.

El próximo día 21, en el Museo del Prado se conocerán los detalles técnicos del traslado del Guernica desde el Casón del Buen Retiro, en donde se expone desde octubre de 1981, procedente del Museo de Arte Moderno (MOMA) de Nueva York, al Museo Nacional Reina Sofía, para formar el eje principal de su colección permanente, que será inaugurada en septiembre. En esta reunión estarán presentes el director del Prado, Felipe Garín; la directora del Reina Sofía, María Corral; los expertos de la empresa de transportes SIT, y el subsecretario del Ministerio de Cultura, Santiago de Torres, quien ha tapado personalmente en estos días todas las fuentes posibles de información.En el mismo encuentro se dirá la fecha de traslado del cuadro de Picasso, que se realizará el último fin de semana de este mes, el 31 de julio o el 1 de agosto. El 22 de julio, tras aplazarse una semana, se reunirá el patronato del Reina Sofía, que preside José Lladó, para decidir la fecha de apertura de la colección permanente. Será probablemente el 8 de septiembre. El 8 de octubre es la inauguración oficial del Museo Thyssen-Bornemisza, cuyas 800 obras de su fondo están llegando en este mes en camión y en avión, a cargo de la misma compañía de transportes que moverá el Guernica.

Dos huecos

El proyecto de las obras en el Cason, de Francisco Rodríguez Partearroyo, arquitecto del Prado desde hace cuatro años, ya ha sido aprobado por la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid. El arquitecto teme hacerse más famoso por abrir dos huecos que por su Universidad Carlos III de Getafe (Madrid). Las obras, que se realizarán entre tres y cinco días, sin apenas alterar la vida del museo, consisten en abrir un hueco (protegido en un cajón para evitar la salida de polvo) en la sala del Guernica y otro en la puerta de salida, que será reemplazada por otra basada en dibujos de Velázquez Bosco, el arquitecto del palacio de Velázquez y del Ministerio de Agricultura, sedes para una ampliación del Prado.El recorrido previsto es Casón, Felipe IV, plaza de Neptuno, paseo del Prado, plaza de Atocha, Ronda de Atocha, Argumosa, Hospital y Reina Sofía. Un kilómetro de distancia que podrá ser cubierto en 15 minutos. La empresa SIT, Transportes Internacionales SA, con más de 15 años de experiencia, la misma que transportó el Guernica de Nueva York a Madrid, ultima los artefactos técnicos necesarios, que en esta ocasión son todos especiales.

El Guernica, antes de su traslado en una caja metálica que contendrá el cuadro entero, con unas dimensiones de 7,77 por 3,50 metros, llevará un bastidor metálico (se expone sin bastidor) y como es habitual en estos casos se extenderá sobre una mesa para recibir una protección completa contra la humedad y los cambios climáticos antes de ser envuelto. Una grúa móvil se encargará de situar la caja en el camión especial, que rompe las medidas estándar, al tener que estirase por todos los lados.

El Reina Sofía está dispuesto a recibir el Guernica desde su reforma de 1988, en una zona especial protegida como una cámara acorazada. El cuadro llegará al muelle de carga y podrá subir en el montacargas hasta la segunda planta del edificio. Las dimensiones del ascensor también se pensaron para el cuadro y sólo hará falta quitar unos embellecedores. Las obras de acondicionamiento han sido realizadas por el arquitecto sevillano Alberto Luna, sobre todo el tratamiento de exposición en los espacios abovedados y el color de las paredes, que será visualmente blanco, y en el montaje de la colección trabaja desde hace un mes el pintor catalán Joan Hernández Pijoan. La Operación G se presenta complicada, según los técnicos, por la trascendencia del cuadro y la polémica abierta en círculos artísticos y políticos. El Museo del Prado ha querido extremar todas las medidas, con acopio de numerosos informes, para que el traslado sea, ante la opinión pública y especializada, un ejemplo que figure en los manuales de arte.

Aunque las medidas del cuadro son excepcionales (Picasso lo pintó inclinado sobre la pared del estudio de Grands Augustins, de París, entre el 1 de mayo y el 4 de junio de 1937), se han realizado transportes de otras obras de grandes dimensiones y más pesadas. Por el Reina Sofía y por el Retiro se han paseado las piedras de Anish Kapoor, y en la actual exposición Arte y cultura en torno a 1492, en Sevilla, un sepulcro de 4.000 kilos.

De la urna proyectada por José María de Paredes para el Casón, con vigas de hierro y vidrio antidisturbios de 18 milímetros de espesor, se pasará a una concepción de escaparate, más cercano al espectador en donde el cuadro se presenta más como una obra de arte que como un elemento sacralizado. La urna se trasladará al almacén del museo.

La colección permanente del Reina Sofía parte de los artistas nacidos en 1881, como Picasso, hasta los años setenta. El Guernica estará con sus dibujos y otras obras relacionadas con el tema o con Picasso. Cultura quiere comprar un Pollock en 150 millones de pesetas. "El Guernica se va a ver como no se ha visto nunca, ni en el Casón ni en el MOMA. Es una espacio muy limpio y creo que es el lugar que le corresponde", dice Hernández Pijoan.