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Impotencia de los 'siete' para desbloquear la Ronda Uruguay del GATT

Al final, todo volvió a quedar en buenas palabras. Las declaraciones de intenciones previas a la cumbre económica del Grupo de los Siete sobre un eventual desbloqueo de la Ronda Uruguay quedaron en nada, Los representantes de la CE reconocían ayer su incapacidad para cerrar las negociaciones sobre libre comercio, cuyo retraso supera ya los 18 meses. Francia y EE UU se achacaban mutuamente la responsabilidad de este nuevo fracaso, mientras que Londres, que había apostado abiertamente por sacar adelante el tema, reconocía su impotencia.

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La declaración económica del G-7, que se dará a conocer esta mañana, no incluirá acuerdo alguno sobre las negociaciones de la Ronda Uruguay, en el seno del GATT, que debían haberse cerrado en diciembre de 1990. Tras una brevísima reunión, a primera hora de la mañana, entre el presidente norteamericano George Bush y el presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, este último reconocía que no había acuerdo y que habría que esperar hasta fin de año. Esta vez, como en las anteriores, los presidentes de los países más ricos del planeta volverán a dejar constancia de la urgencia de un acuerdo. La pequeña diferencia, según la delegación británica, "es que se conseguirá un lenguaje más enérgico que el que se usó en las dos cumbres anteriores, en Houston y Londres".

Ese comunicado de compromiso no ocultará, sin embargo, este nuevo fracaso de los países más ricos por cerrar unas negociaciones que todos consideran importantes y, en palabras de un alto funcionario británico, "sin las cuales es imposible plantear una reactivación económica mundial". Todos coinciden en que la liberalización del comer cio es condición indispensable para acabar con la recesión económica, pero las distintas partes implicadas se muestran impotentes para llegar a un acuerdo.

Mejora de las exportaciones

Los representantes de la Comunidad Europea -sobre todo Francia- no ceden respecto a los subsidios agrícolas, mientras que Estados Unidos no quiere firmar sin asegurarse una mejora para sus exportaciones agrarias. Todas las delegaciones coincidían ayer en achacar el fracaso de la negociación a la situación política interna de Estados Unidos y Francia. El portavoz francés decía públicamente que su país ya ha cedido lo suficiente, al igual que sus socios comunitarios, con la reforma de la política agrícola común (PAC), y. que ahora el. balón está en terreno norteamericano.

La delegación estadounidense, por su parte, insiste en que son necesarios mas compromisos comunitarios para alcanzar un acuerdo. Ambos saben, sin embargo, que el desbloqueo de las negociaciones no se podrá producir hasta que no se hayan celebrado el referéndum francés sobre Maastricht y las elecciones presidenciales en EE UU.

El problema es que, desde hace más de dos años, las negociaciones comerciales en el seno del GATT se han ido encontrando sistemáticamente con los problemas políticos internos de cada uno de sus países miembros. Los representantes de la CE confiaban en que después de los procesos electorales en Francia, Reino Unido, Alemania e Italia, del primer semestre de 1992, se podría avanzar en la reforma de la PAC. Sin embargo, el no danés al Tratado de Maastricht ha vuelto a enturbiar la situación en algunos países europeos, obligados -éste es el caso de Francia- a convocar un referéndum sobre el tema. En la cumbre de Múnich, las fechas del 20 de septiembre -convocatoria francesa- y el segundo martes de noviembre -elecciones en Estados Unidos- están grabadas con letras rojas en el debe de su balance.

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