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Pujol inflige una severa derrota a Fraga en la pugna por la presidencia de las regiones de Europa

El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, infligió ayer al presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga, una severa derrota y consiguió en la primera votación y por mayoría absoluta, la presidencia de la Asamblea de las Regiones de Europa (ARE). Pujol obtuvo 104 votos -el número exacto para no precisar una segunda votación-, frente a los 31 de Fraga. El presidente catalán encontró igualmente un abrumador apoyo de sus homólogos de otras comunidades autónomas españolas. Todos los socialistas, con excepción del extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, el vasco y los regionalistas de Aragón, Canarias y, presumiblemente, Navarra, le dieron su voto. La trayectoria europeísta de Pujol y el pasado político de Fraga pesaron también lo suyo en la decisión final.

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El líder catalán no esperaba un resultado tan contundente

La candidatura testimonial de la ecologista de Nord Pas-de-Calais (Francia) Marie Cristine Blandin recibió cinco votos.La ARE agrupa a más de 180 regiones de toda Europa, tanto del oeste como del este del continente, y actúa como organismo de presión ante la Comunidad Europea (CE). En los últimos años han ingresado en la ARE un buen número de regiones de países ex comunistas que, ante la crisis de sus estados, tratan de buscar por cuenta propia una relación especial con la CE.

La estrepitosa derrota de Fraga se sustentó básicamente en dos hechos: el prestigio de Pujol en la política regional, en cuyos foros internacionales lleva muchos años de dedicación, y el pasado político del presidente fundador del PP. La votación se convirtió así, en contra de lo que Fraga quería, no en una pugna entre familias ideológicas -el PP forma parte de la democracia cristiana europea, aunque Fraga se declara abiertamente conservador-, sino entre un candidato que fue ministro del general Franco y otro luchador por las libertades, por las que incluso pasó dos años en la cárcel.

De nada sirvió un último esfuerzo de Fraga por presentar a Pujol como un nacionalista peligroso siempre proclive a los movimientos independentistas; aunque el líder del PP escogiera lo más atractivo de su biografía y se presentara como uno de los padres de la transición española, redactor de la Constitución, e hiciera pública declaración de su compromiso de ensanchar el campo de las autonomías con propuestas, por ejemplo, como la de la administración única. Pujol, que presentó su candidatura después de Fraga y tras haberse sorteado los turnos, tranquilizó al auditorio definiéndose como un político regionalista.

La abrumadora derrota de Fraga tendrá sin duda consecuencias en la política española al repercutir de una manera negativa sobre el PP. Será además un elemento más en, las pésimas relaciones que socialistas y populares mantienen desde hace meses. Ayer mismo, portavoces de la Xunta se apresuraron a declarar que el PSOE había favorecido descaradamente a Pujol y que eso era "muy grave".

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Efectivamente, así ha sido, y la libertad de voto concedida por el PSOE a los presidentes autonómicos socialistas no ha tenido otro resultado que un voto claramente favorable al presidente catalán. Dos representantes del PSOE tan destacados como el andaluz Manuel Chaves y el madrileño Joaquín Leguina han realizado incluso una campaña a favor de Pujol atrayendo el voto de los laboristas británicos, los presidentes de los länder socialdemocrátas y los socialistas franceses. Leguina, en unas declaraciones al término de la asamblea, se felicitaba de la elección de Pujol e ironizaba con que no quería recrearse en la derrota de Fraga. "Ha sido una derrota en toda la línea y ya está bien", indicó.

Agradecimiento del PSOE

En opinión de muchos de los asistentes a la asamblea de la ARE, era evidente que los socialistas habían pagado el apoyo que los nacionalistas catalanes prestan de una manera prácticamente permanente en el Congreso al Gobierno de Felipe González. Además ha sucedido justamente lo contrario de lo acaecido en la elección de presidente celebrada en 1988 en Madeira (Portugal). En aquella ocasión, los representantes del PSOE actuaron de freno y facilitaron la elección del democristiano italiano Carlo Bernini.

Tras la elección de ayer, Pujol ha conseguido la plataforma regionalista que buscaba para poder moverse en la política comunitaria. No hay que olvidar que los acuerdos de Maastricht prevén la creación de un Consejo de las Regiones, organismo ya institucional de la CE, en el que el presidente de la ARE tendrá sin duda un papel destacado.

El presidente de la Generalitat ya anunció ayer mismo su voluntad de entrevistarse con el presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors; su intención de dinamizar la ARE, y su presencia en las regiones europeas que lo soliciten.

La asamblea de la ARE eligió también al vicepresidente del organismo, cargo que desempeñará el presidente del land alemán de Baden-Württemberg, Erwin Teufel, uno de los valedores de Pujol, y a los miembros del comité ejecutivo, en el que estarán cuatro españoles: Manuel Chaves y Rodríguez Ibarra, en representación del PSOE, Manuel Fraga y el lehendakari José Antonio Ardanza.

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