Una designación 'no partidaria'

El inequívoco alineamiento de Alfredo Pérez Rubalcaba con el llamado sector renovador de su partido, en el que también se encuentra su antecesor en el cargo, Javier Solana, justifica que la designación de ambos para las carteras de Educación y de Asuntos Exteriores, respectivamente, se haya interpretado como un apoyo explícito del presidente González a los renovadores.

Rubalcaba no acepta tal interpretación: "Rechazo que mi nombramiento tenga el sentido partidario que se le ha querido dar, y el propio presidente lo ha subrayado". Piensa que, en su caso concreto, Felipe González «se ha limitado a designar a la persona que él ha considerado más adecuada para llevar a cabo la tarea de la reforma educativa emprendida por su Gobierno".

En cualquier caso, acerca de la bandera que se atribuye a este sector, la "apertura del partido a la sociedad", precisa que es un objetivo asumido por el conjunto del PSOE. Explica que no significa otra cosa que la intención de superar la falta de comunicación que se haya podido producir entre su partido y la sociedad en los últimos años. "Una sociedad" añade, "que hoy es mucho más plural, y probablemente merced a la actuación política del PSOE. Esa sociedad tiene hoy nuevas aspiraciones e intereses, y tenemos la obligación de estar en perimanente contacto con ella tratando de explicar nuestras políticas y de corregir aquellas cuyos efectos, por qué no admitirlo, hayan sido distintos a los que se esperaban cuando se diseñaron".

La ley del deporte

En cuanto a la gestión política del deporte, cuya máxima responsabilidad asume desde ahora, Pérez Rubalcaba se siente satisfecho de la reconversión de los clubes deportivos impulsada desde la ley del deporte, que, según afirma, "va a dar como resultado una estructura nueva en el deporte profesional, con una mayor racionalización en su financiación y gestión".

Cree el nuevo ministro que la inversión en la infraestructura deportiva para los Juegos de Barcelona no ha generado diferencias discriminatorias para con el resto del Estado. Recuerda, en este sentido, que en los últimos seis años se han invertido 36.000 millones de pesetas en la mejora de infraestructuras en el conjunto de España, excluyendo Cataluña. "Se ha hecho un esfuerzo extraordinario", subraya.

Y sobre lo que va a costar a los ciudadanos ese esfuerzo, asegura que "no hay secretos". 'Las cuentas están claras, y dentro de unos días tendré la oportunidad de explicar ante el Congreso para la aportación del Estado a la financiación de la inversión en los Juegos Olímpicos".