La pérdida de 110.000 puestos de trabajo obliga a Solchaga a abandonar sus objetivos de empleo
Los datos del mercado de trabajo del primer trimestre no pueden ser más negativos: aumenta el paro, se destruyen puestos de trabajo y un buen número de ciudadanos abandona la búsqueda de empleo ante las dificultades para encontrarlo. En cifras, el aumento de 65.870 parados entre enero y marzo coloca la tasa de desempleo en el 17,45%, frente a la previsión del presupuesto de rebajarla hasta el 15,3%. Durante estos tres meses se han destruido 110.000 empleos es decir, 1.208 por día, lo que obliga al Gobierno a abandonar el objetivo del plan de convergencia de crear 76.000 empleos este año, y eso que el plan ya rebajaba la previsión inicial del presupuesto de crear 200.000 empleos.La primera reacción del Ministerio de Economía y Hacienda a los datos de empleo de la Encuesta de Población Activa -que hizo ayer pública el INE ha sido anular la previsión de creación de empleo que contenía el plan de convergencia para este año, a pesar de que hace apenas una semana que el ministro de Trabajo dijo que se podrían cumplir.
En una nota que hizo ayer pública Economía se señala que "los resultados de la EPA del primer trimestre evidencian la práctica imposibilidad de generar aumentos netos del empleo en el presente ejercicio". El compromiso del Gobierno sobre creación de empleo ha pasado así de 200.000, en el presupuesto en diciembre, a ninguno seis meses después.
La destrucción de puestos de trabajo es un indicador irrebatible de crisis económica. Una crisis que en el primer trimestre de este año ha borrado del mapa 243.430 empleos asalariados, que se compensan sólo parcialmente con los 133.5 10 trabajadores que han decidido autoemplearse. Y lo más sorprendente es que la mayor parte de los empleos destruidos tenían carácter indefinido. Esto significa que 172.850 trabajadores con contrato indefinido han soportado un ajuste de plantillas en su empresa.
Servicios, construcción e industria son por este ordenlos sectores más afectados. La caída de 59.620 empleos en servicios es, a juicio de Economía, la más preocupante, toda vez que es "el sector menos expuesto a las oscilaciones cíclicas de actividad". Sin embargo, el ministerio resta importancia a la destrucción de 58.990 empleos en la construcción, pues la consideran "coherente con la significativa desaceleración de la actividad productiva del sector a lo largo del último año".
Esta "coherencia" lleva también al fortísimo aumento del paro en la construcción tanto durante este trimestre como en los últimos doce meses. El desempleo en la construcción afecta a 43.400 personas más que a finales del año pasado. El aumento del paro en los servicios fue algo menor, pues fueron 26.800 personas las que engrosaron el desempleo.
La tasa de paro roza ya el 17,5%, lo que supone volver a los niveles de 1989 y anular los avances en la lucha contra el paro de los últimos tres años. En total, y según la EPA, 2,6 millones de ciudadanos están en paro, de los que 400.000 perdieron su puesto de trabajo hace más de tres años. Además, este aumento del paro ya no se ceba en los más jóvenes o entre los que buscan su primer empleo, sino en el desempleo de larga duracion y entre los trabajadores de entre 25 y 54 años.
Disminuye la actividad
El aumento del paro y la caída de la ocupación implica que es más dificil encontrar un empleo. Esa dificultad ha expulsado del mercado de trabajo a 44.000 personas. El resultado es que hay menos ciudadanos en edad de trabajar que o trabajan o están dispuestas a hacerlo. En el primer trimestre, sólo el 48,8% de la población en edad de trabajar estaba, según la EPA, activa. Y aumentar la tasa de actividad era uno de los objetivos del plan de convergencia.
Los sindicatos apuntan a un sólo culpable:la política económica del Gobierno. Para CC 00 es "una alarmante confirmación de la destrucción de empleo a la que está abocando la política económica aplicada". UGT, mientras, califica esa política de evidente fracaso".
Las centrales consideran responsables "a aquellos que desarrollan esa política" y recuerdan una reciente reflexión del ministro Solchaga, cuando dijo que estaba dispuesto a sacrificar algo de crecimiento si con ello reducía la inflación. El frenazo del crecimiento es uno de los factores que explica el aumento del paro y la destrucción de empleo. Aunque la previsión oficial de crecimiento estaba en el 3%, el secretario de Estado de Economía, Pedro Pérez, anunció la semana pasada que se rebajaría tras conocer los datos de empleo. El BBV se ha adelantado al Gobierno en tales rebajas y estima un crecimiento inferior al 2% para este ejercicio.
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