Las autonomías culpan del déficit sanitario al presupuesto y no a la gestión

Los responsables sanitarios de las comunidades autónomas culpan a la insuficiencia financiera y no a la gestión, de la crisis actual del sistema nacional de salud. Minutos antes de iniciar ayer su intervención en el debate sanitario organizado por la Fundación BBV, el consejero catalán, Xavier Trías, dijo que solo están dispuestos a pagar parte de los intereses de la deuda acumulada por este motivo, valorada en 560.000 millones de pesetas.

Los consejeros de Salud del País Vasco, Comunidad Valenciana, Galicia, Catalufia y Madrid, presentes ayer en la clausura de las jornadas sobre Medicina, Sociedad y Tecnología organizadas por la Fundación BBV, coincidieron en valorar que el sistema sanitario español es "bueno y barato" para el número de prestaciones que da. "Lo que falta es presupuesto", insistieron.Luis Espadas, director económico-financiero del Ministerio de Sanidad y Consumo, había confirmado en la jornada del miércoles que durante los últimos cuatro años el desfáse entre los presupuestos y el gasto real del Insalud ha side de un 20%. Y éste es precisamente el porcentaje, en tomo a los 600.000 millones de pesetas, que piden los consejeros autonómicos al Gobierno a partir de 1993.

El plan de convergencia con Europa prevé el crecimiento de los presupuestos sanitarios, entorno a un 8% lo que, a juicio de Trías, es "ilusorio" si el incremento no se produce a partir de unos presupuestos acordes con el gasto real. Las autonomías no ven otra solución para superar la crisis actual del sistema. Ante esta interrogante, el subdirector general de Programas Presupuestarios del Ministerio de Economía y Hacienda, José Luis Ruiz, se limitó a decir: "El plan de convergencia contempla un crecimiento de los gastos sanitarios similar al del PIB (Producto Interior Bruto).

Recursos extraordinarios

Luis Espadas aseguró que la previsión para 1992 es de una reducción significativa en la tasa de crecimiento del gasto real. Pero también dejó constancia de que "la pretendida fórmula de control del gasto público mediante restricciones presupuestarias ha sido practicada en otros países como Francia y Canadá, que periódicamente han tenido que financiar sus déficits en sanidad mediante recursos extraordinarios". Este es el caso español en la actualidad, cuyo déficit sanitario de 560.000 millones de pesetas obligará a la emisión de deuda pública para sufragarlo. La propuesta del Ministerio de Hacienda es que el Estado corra con el montante de la deuda y que sean las comunidades autónomas y el Insalud no transferido quienes asuman los intereses correspondientes.El rechazo a esta fórmula ha sido casi unánime. "Reconozco que es algo original: pagar intereses de algo que me deben", dijo Trías. Si acaso están dispuestos a "una solución intermedia", que según Trías, podría ser el pago de sólo una parte de los mismos.

El consejero del Gobierno Vasco, José Ignacio Azcuna, entendió que la sanidad pública puede ahorrar "bastante, restringiendo la financiación pública de algunos medicamentos de los que se está abusando", pero confirmó, como el resto de sus colegas, que Sanidad no les ha mostrado aún oficialmente intención alguna en limitar las prestaciones sanitarias actuales.