El retraso en el traslado del 'Guernica' aplaza la inauguración del Reina Sofía

La colección permanente del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (NINCARS) no podrá ser inaugurada a finales de junio o principios de julio. Contra los pronósticos oficiosos, la estrella central de esa colección, el Guernica de Pablo Picasso, pasará el verano o buena parte de él en el Casón del Buen Retiro. El camión que debe cargar una de las más célebres pinturas del siglo XX todavía tiene que adecuarse al tamaño de la obra y falta por ultimar el informe sobre protección de los frescos de Lucas Jordán, en el Casón, una de cuyas paredes será víctima de la piqueta.

Otro de los motivos del retraso son los permisos de obras que debe gestionar el museo del Prado ante el Ayuntamiento de Madrid, documentación que ya ha sido presentada y sobre la que las autoridades municipales tienen un plazo de 15 días para pronunciarse. Una vez transcurridas esas dos semanas, y si el Ayuntamiento se pronunciara negativamente, la última palabra está en el Consejo de Ministros, que puede aprobar tal decisión.La batalla aparentemente de protección del patrimonio tiene trasfondo político. El Partido Popular, que es mayoritario en el Ayuntamiento de Madrid, se ha opuesto a la forma en que se ha realizado el traslado de la pintura. El diputado popular Miguel Angel Cortés, que en su momento consideró positivo el traslado, ha criticado la manera como el Ministerio de Cultura ha procedido a reorganizar las colecciones del Reina Sofía y del Prado.

El cambio, en otoño

Fuentes del museo del Prado señalaron ayer que ya han ultimado todos los proyectos técnicos, tales como la protección de los frescos de Lucas Jordán, que podrían resultar perjudicados por las obras que deben realizarse en el Casón. Un portavoz del Ministerio de Cultura señaló que ese informe obrará en su poder en la próxima semana y que están a la espera de que se solucione el problema del camión, cuyo interior debe acoger ese buque insignia del arte español del siglo XX. Las dimensiones del cuadro -3,49 metros de alto y 7,76 metros de ancho- parece que recomiendan una ampliación del remolque. Dos empresas -una alemana y otra española- se encargan del traslado del Guernica, que en el Ministerio de Cultura esperaban que pueda realizarse cuanto antes."Nunca hemos fijado una fecha", señaló un portavoz del citado ministerio. Otras fuentes del mismo departamento situaban el traslado en el mes de octubre, ya que la inauguración de la colección permanente del Reina Sofía se hará probablemente contando con la presencia de personalidades a las que no se puede invitar en tan corto lapso de tiempo.

El origen de todos los males parece estar en el hecho de que el Guernica no puede viajar enrollado y, por tanto, ello obliga a realizar obras en el Casón y a transportalo en un camión de grandes dimensiones. De la importancia y de la aparatosidad que van a rodear ese recorrido de 1.000 metros -entre el Prado y el Reina Sofía- da idea el hecho de que el Ministerio de Cultura quiere filmar íntegramente un traslado sobre el cual el Gobierno no ha tenido dudas de que se hacía respetando la voluntad del Pablo Picasso.

Según un informe jurídico elaborado por el Ministerio de Cultura, el Guernica fue encargado y comprado por el Gobierno de la República Española. "Diversos documentos procedentes de la embajada de España en París demuestran que Picasso recibió, el 28 de mayo de 1937, la suma de 150.000 francos franceses en concepto de los gastos en que había incurrido en la realización de la obra", se afirma en el informe jurídico que obra en poder del Ministerio de Cultura. La gestión fue realizada por el escritor Max Aub, agregado cultural de dicha embajada, quien en carta dirigida al embajador, Luis Araquistáin, explica que hubo que vencer la resistencia del pintor a aceptar cualquier cantidad de dinero, ya que Picasso quería exclusivamente donar el cuadro a la República.

Recibo de compra

Aub pudo convencer al pintor malagueño con el argumentode que el pago era la forma más conveniente para tener el derecho de propiedad del citado cuadro. Picasso firmó un recibo - extraviado durante la evacuación tras la derrota militar republicana de 1939- por los citados 150.000 francos.Segun cultura existe una certificación sobre el mencionado recibo de compra firmada en 1953 en Paris por Julio Álvarez del Vayo, ex ministro de estado de la República.

De acuerdo con el informe jurídico en el que se apoya el ministerio para demostrar que el traslado del Guernica no vulnera los deseos del pintor, Picasso sólo hizo constar la condición de que se restablecieran en España las libertades públicas. "No existe constancia ni prueba documental alguna de la supuesta voluntad de Picasso de condicionar la entrega de las obras a que las mismas fueran instaladas en el museo del Prado", según estos documentos.

El informe explicita que herederos del pintor malagueño han sido consultados y algunos de ellos han llegado a visitar el Reina Sofía, marco futuro del Guernica, y "en su conjunto todos han expresado su satisfacción, cuando no su entusiasmo por la idoneidad del entorno que acogerá la obra de Picasso".