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Una feminista francesa avisa del "peligroso monopolio" de las madres

El nuevo libro de la socióloga francesa Evelyne Sullerot es considerado tan importante para el tramo final del siglo XX como lo fue en su momento El segundo sexo, de Simone de Beauvoir. En ¿Qué padres? ¿Qué hijos?, Sullerot, pionera del feminismo francés, pone sobre el tapete el papel, "secundario, ridículo casi" que las sociedades occidentales reservan a los padres. En materia de hijos, afirma, las mujeres no han conquistado la igualdad, sino un "peligroso monopolio".

En Paternidad, el actor norteamericano Bill Cosby había explorado con humor el papel de los padres en las familias de la clase media y la burguesía de las sociedades democráticas y prósperas de Occidente. Su conclusión había sido que los padres sirven hoy para poca cosa. Desde que empiezan a ser capaces de balbucear unas palabras, los hijos, decía Cosby, saben que el poder en el seno de la familia lo ejercen las mujeres.Si el libro de Cosby podía ser interpretado como un ejercicio de humor masculino, el que Sullerot acaba de publicar en Francia constituye "una bomba", como ha escrito Danielle Mazingarbe en Madame Figaro. Para Georges Balandier, de Le Monde, este texto, "repleto de historia, sociología y derecho de familia", es "apasionante". Sullerot afirma que, en las sociedades occidentales, "las mujeres no sólo tienen los hijos que ellas quieren, sino que, en caso de separación, los conservan casi siempre".

"Puesto que la mujer dispone de medios de contracepción eficaces y puesto que sólo ella puede decidir si tendrá o no un hijo, el poder ha cambiado de sexo", asegura esta introductora en Francia de la planificación familiar. "La mujer", añade, "puede privar de paternidad a un hombre que desea un niño y puede convertir en padre a un hombre que no lo quiere". La piedra angular del sistema patriarcal se ha roto: "La mujer tiene el monopolio de la decisión de procreación".

El "reino de las madres"

La veterana feminista rechaza que la situación actual sea la Paternidad feliz, título que ella había dado a un libro en la época de su lucha por el derecho a la contracepción. La situación actual es "exactamente la inversa de la precedente", asegura. Sullerot lo explica así: "No hemos pasado del monopolio de la iniciativa masculina a una especie de régimen de codecisión. Hemos pasado del reino de los padres al de las madres". No dice que la igualdad entre los hombres y las mujeres haya sido plenamente alcanzada."Inclusó en nuestras democracias económicamente desarrolladas", recuerda, "estamos aún lejos de haber conquistado la igualdad en el saber, el trabajo, el dinero y el poder". Pero, en "la cuestión clave" de los hijos, las mujeres han impuesto su dominio. Y no sólo en materia de procreación, también en todos los pasos que quedan hasta la mayoría de edad de los hijos.

"La educación de los niños ha pasado casi enteramente al control de las madres", dice. Esta situación cuenta con la aprobación social y el apoyo de los tribunales. "¿Cómo hemos podido llegar a esta situación, y eso con toda buena voluntad y en nombre de la defensa de las mujeres? ¿Qué sociedad nacerá de estos hijos sin padres?" se pregunta Sullerot.

La socióloga reconoce que, cuando aborda esta cuestión, se enfrenta a la indiferencia e incluso hostilidad de sus antiguas camaradas del movimiento feminista. Sin embargo, está decidida a dar la batalla para "salvar a los padres" y ello "en el interés de los niños y también en el de las mujeres", primeras interesadas en no monopolizar la paternidad.

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