_
_
_
_
CLÁSICA

Cantantes y marionetas

Las grandes creaciones operísticas pueden adoptar mil formas de representación; la de los muñecos o marionetas es una de ellas, con larga tradición en lo que podríamos denominar países mozartianos, desde Salzburgo a Praga. Me parece excelente que el Festival Mozart nos haya dado Las bodas de Fígaro en una magnífica realización marionetística del Teatro Nacional de Bratislava, que dirige Juraj Hrubant, apoyada en una excelente interpretación musical directa.Protagonizó la condesa una cantante de tanta categoría como es la eslovaca Lucía Popp, que une a su belleza vocal una elegancia de estilo en la que se funden pureza y persuasión; fue delicioso cherubino la finlandesa Mónica Groop, que sustituyó a la anunciada Diana Montagueu y que, como la neoyorquina Gweridolyn Bradley, en su papel de Susana, hicieron algo más que una versión de mérito, pues podría hablarse de una creación viva de sustancialIdad teatral tan patente como lo está en los pentagramas de Mozart. Siempre convence el zaragozano Carlos Chausson, quien al abordar el Fígaro lo hizo desde un punto de vista clarificador en cuanto a las diferencias con que vieron al mismo personaje un Mozart y un Rossini. Don Basilio, encarnado por el eslovaco Peter Oswald, y el doctor Bartolo, asumido por su compatriota Peter Mikulas, completaron un cuadro protagonista de gran clase.

Festival Mozart (Scherzo/

Fundación Caja Madrid).Las Bodas de Fígaro Por el Teatro Nacional de la ópera de Bratislava. Director musical: J. Alaxa. Teatro Albéniz. Madrid, 18 de junio.

Había otro equipo de virtuosos: los mimos, que no son sino quienes mueven, a ojos vistas, las marionetas; ocho dominadores de su original oficio de tanto poder sugerente que por momentos se interponía entre la audición de las hermosas páginas de Las bodas. Y es que la partitura de Mozart tiene demasiado poder como para admitir, sin más, la interposición de los juegos de un perrito. Quizá es el único reparo posible a la realización de los bratislavos: falta de una absoluta y total identificación con la música que incluye un saber detenerse en ciertos momentos para dejar que las grandes voces ocupen el primer plano.

Protesta inicial

Apenas puede hablarse de escenografía, aun cuando el único telón de fondo fuera adecuado, pero sí del talento del director escénico, Milan Sladek, cuya actuación como mimo- conductor de la representación podría suprimirse sin que se perdiera nada, pues tiene un carácter acusadamente añadido. El día de la representación se produjo una protesta inicial debida a la sorpresa de quienes no estaban bien informados de lo que se les ofrecía, ya que la publicidad no hacía alusión a la naturaleza del montaje. Fue un error de los organizadores, largamente compensado por las ovaciones tributadas a este singular Fígaro mozartiano.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_