100 mandatarios escuchan que el tiempo juega en contra de la humanidad
Fueron 100 y se sentaron todos juntos alrededor de una gigantesca mesa en forma de anillo a oír, por boca de los presidentes de Bostwana y Austria, que el tiempo no juega a nuestro favor, a favor de la humanidad, para resolver problemas como la pobreza, el hambre o el desastre ecológico. Estaban Fidel Castro y Mitterrand, Felipe González y Fujimori, Li Peng y Rainiero. Al final hubo ausencias en este acto simbólico en el que hablaron representantes de los cinco grupos regionales en que se divide políticamente el planeta. George Bush se fue antes, y John Major también.Medio ambiente y desarrollo sostenible fueron las palabras. que más se oyeron durante los dos días de intervenciones continuas de jefes de Estado y de Gobierno que terminaron ayer. Los discursos fueron repetitivos y plenos de conceptos recién llegados al lenguaje diplomático internacional, como el agujero de ozono y la biodiversidad; pero tampoco faltaron los términos históricos (hambre, pobreza, enfermedad). La conferencia se clausura hoy.
Y la diplomacia japonesa siguió sin estar a la altura de las circunstancias. Japón se quedó sin poder hablar por un incidente que puede considerarse ya el más importante de esta cumbre. El enlace por satélite previsto por el prime ministro japonés, ausente por problemas políticos internos, no se llegó a realizar cuando el presidente de Brasil, Fernando Collor de Melo, tras llamarle y ver que no aparecía, dio paso al siguiente orador.
Fondos verdes
El incidente diplomático, considerado grave en medios de Naciones Unidas, impidió a Kiichi Miyazawa anunciar personalmente la mayor contribución financiera hecha por una potencia desarrollada. Japón va a destinar 7.700 millones de dólares (762.300 millones de pesetas) en los próximos cinco años a proyectos de ayuda al desarrollo, multilateral y bilateral relacionados con la protección del medio ambiente. La CE había anunciado el día anterior la creación de un fondo verde de unos 4.000 millones de dólares (396.000 millones de pesetas) a lo largo de tres a cinco años con este fin y Bush se había limitado a anunciar que dedicará en total 750 millones de dólares (74.250 millones de pesetas) anuales.
"El ritmo histórico se acelera de forma selectiva", afirmó Collor al clausurar la histórica mesa redonda en la que muchos gobernantes mostraron síntomas de ausencia en medio de la digestión de una apresurada comida ofrecida por el presidente brasileño.
Durante la sesión fotográfica, el presidente norteamericano, George Bush, y el cubano, Fidel Castro, acortaron distancias pero nada más. Para alcanzar su puesto Castro tuvo que cruzar delante de Bush (que saludaba en ese momento a otra, persona). No estrecharon sus manos.
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