Economía reconoce que cometió un error al bajar las retenciones del IRPF hace sólo cuatro meses

A cuatro meses de la rebaja de las retenciones de¡ trabajo en el IRPF, altos cargos del Ministerio de Economía y Hacienda reconocen que se produjo "un error de cálculo" e incluso "una broma pesada". Esta medida, que de mantenerse durante todo este año inyectaría 250.000 millones de pesetas en el consumo, ha dificultado la lucha contra la inflación en un momento en que ya se observaban síntomas de recuperación económica. Ahora se quiere dar marcha atrás, como anunció anteayer Carlos Solchaga, aunque el Gobierno en su conjunto aún no lo ha asumido, según explicó ayer la ministra portavoz Rosa Conde, y reconoció también el propio Solchaga al señalar que se trata de "una consideración personal".

Fuentes de Economía explican que el ministro considera ahora que "le metieron un gol al presentarle una tabla de retenciones "demasiado suave". El decreto por el que se aprobó la medida llevaba la firma del propio Solchaga, a pesar de lo cual su "enfado" ahora es patente, según colaboradores muy próximos.El ministro lo dejó entrever ayer públicamente al afirmar en Sevilla que la rebaja estaba calculada "para que el efecto fuera de alguna importancia pero no tanta", informa Juan Méndez. También explicaría que el anuncio de la subida -ante más de 400 banqueros y empresarios- se produjera sin consultar previamente al Gobierno. Se trata de "consideraciones personales" que, simplemente, "están en estudio en el ministerio", añadió.

La ministra portavoz, Rosa Conde, abundó en la idea al señalar, durante la conferencia de prensa posterior al Consejo de Ministros, que "se debe distinguir entre lo que es una preocupación sobre los ingresos por IRPF y medidas que no han .sido planteadas ni en el Consejo de Ministros ni en la Comísión Delegada para Asuntos Económicos", informa Luis R. Azpiolea. Por ello, "no deben tomarse como una decisión del Gobierno".

Pero el debate está abierto y en Economía se considera que la rebaja de febrero no era "lo que la economia necesitaba en unos momentos en que se empezaban a observar síntomas de recuperación", sino, en todo caso, "una medida para una .economía en recesión que necesita alimentar el consumo". Tampoco era, "lo que se correspondía con la nueva tarifa del IRPF".

Graves desequilibrios

La muestra está en que se han agravado los tres desequilibrios básicos de la economía española. La inflación no mejora, el déficit exterior arroja incrementos superiores al 1001/6 y el déficit público aumenta a un ritmo del 50%. La explicación desde el área de Economía es que inyectar 250.000 millones de pesetas en el consumo privado se ha traducido en aumentos de precios, más importaciones y menos recaudación.

El arranque hacia los objetivos de la convergencia con la Comunidad Europea no ha podido, pues, comenzar con peor pie. Además de la tozudez de los datos, el Gobierno habrá de digerir la "impopularidad" de dos medidas que aprietan en el mismo lado del zapato: El recorte del desempleo y, ahora, la anunciada subida en las retenciones del impuesto sobre la renta.

Sin embargo, parece que todos los caminos conducen a que la segunda decisión concreta derivada del programa de convergencia será esta subida de las retenciones, que no tardará mucho más de un mes en producirse. Para ello, Solchaga debe convencer al resto del Gobierno, lo que no parece muy difícil dados los numerosos precedentes y el respaldo que suele obtener de Felipe González. Aún se están haciendo los cálculos pero, según las fuentes consultadas, lo más probable es que se dé marcha atrás, es decir, que se vuelva a una situación muy parecida a la que había hasta enero.

Desde el área de Hacienda no se quieren adelantar conclusiones, pero tampoco se ocultan las dificultades de ejecución del presupuesto de este año. Ayer mismo se aprobó un crédito extraordinario para el Inem de cerca de 200.000 millones de pesetas (para regularizar el déficit de 1990) y se pueden ingresar unos 80.000 millones más por el decretazo, pero ya se vislumbran nuevas desviaciones. En sanidad, los gastos de farmacia "crecen a un ritmo muy rápido" y además, hay que aprobar un crédito extraordinario de 25.000 millones para los ayuntamientos y se necesitan otros 100.000 millones para las autonomías.

Hay también unos 400.000 millones en intereses de la deuda que el Banco de España ha pagado como adelanto al Tesoro y éste no ha reflejado aún en las cifras de déficit público. En el momento en que se reconozca este gasto, el déficit crecerá seguramente por encima del 53,9% en que lo ha hecho durante los cinco primeros meses del año. Fuentes de Hacienda han confirmado que el dato de mayo, que aún no se ha hecho público, "no mejorará sustancialmente respecto de lo ocurrido en lo que va de año".

Menor recaudación

Por el lado de los ingresos, el problema es que la incipiente recuperación de la actividad económica, primero se refleja en los precios y en el déficit exterior y, más tarde, en la recaudación. A la rebaja de las retenciones del IRPF hay que añadir una creación de empleo más baja de la estimada y unos incrementos salariales también más moderados.

Así la recaudación del IRPF ha crecido un 10,2% hasta abril, algo por debajo del 13,5% previsto para todo el año. El panorama no mejorará tras el ingreso de la cuota diferencial durante este mes de junio, ya que se esperan más devoluciones que ingresos.

En el impuesto de sociedades es donde se presenta el mayor problema, según fuentes de Hacienda. Aún habrá que esperar a la liquidación de este impuesto que se produce en la segunda mitad del año con cargo a los beneficios de 1991 y que, según la impresión de Hacienda, han podido decrecer. Hasta el mes de abril, los pagos a cuenta han disminuído un 48,3%, cuando lo previsto en el presupuesto para todo el año es un aumento del 9,4%.