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Presentado en Granada un descubrimiento solar esperado desde hace 30 años

El físico alemán T. Kirsten atrajo a última hora del pasado lunes la máxima atención de 300 físicos de todo el mundo reunidos en Granada, en el congreso Neutrino 92, cuando presentó los resultados del experimento internacional Gallex, realizado en Italia. Esos datos, obtenidos en una cueva bajo los montes Apeninos, explican el mecanismo fundamental por el que luce el Sol, el mismo que los científicos intentan imitar en la Tierra para obtener energía ilimitada y barata.

La intervención de Kirsten, del Instituto Max Planck (Alemania), era el plato fuerte de la reunión científica Neutrino 92, puesto que los rumores acerca de esos datos corrían desde hace semanas en los círculos de especialistas. Esos resultados habían permanecído celosamente guardados en los ordenadores del despacho del director de Gallex, el alemán Rudolf Mossbauer, en el laboratorio de Gran Sasso, bajo los Apeninos. No en vano han asistido al congreso, organizado por la Universidad de Zaragoza, tres premios Nobel de Física: Sheldon L. Glashow, Jack Steinberg, y Rudolf L. Massbauer."El Sol es un horno que quema hidrógeno y produce helio", explicaba ayer el físico español Álvaro de Rújula, del laboratono europeo de física de partículas CERN (Ginebra), que clausurará el congreso. "En cuatro átomos de hidrógeno", continúa, "hay cuatro protones y cuatro electrones, y con ellos se forma, en la reacción de fusión del horno solar, un núcleo de helio -dos protones y dos neutrones- y dos electrones. Son seis partículas, ¿dónde están las otras dos? Son neutrinos que se escapan; el Sol luce en luz y en neutrinos. Esos neutrinos tienen que estar ahí, si no no luciría el Sol, y la mayoría son neutrinos de baja energía".

Se habían hecho ya dos experimentos para detectar neutrinos de baja energía, procedentes de la reacción principal del Sol, pero se registraban menos de los que dice la teoría que explica el mecanismo de fusión nuclear. "Si hubiese habido un resultado del experimento Gallex que diera una cantidad de neutrinos por debajo de lo esperado, significaría que algo pasa en nuestro modelo de funcionamiento del Sol", comentó De Rújula.

"En el centro del Sol, a más alta temperatura, se producen otras reacciones que producen neutrinos de mayor energía, pero menos en cantidad. Son más fáciles de registrar, y se detectan desde 1962", dice De Rújula. El proceso en el interior del Sol es el mismo que los físicos intentan simular en el reactor JET (Reino Unido) para lograr en el futuro una fuente de energía barata y prácticamente inagotable utilizando hidrógeno como combustible. En este proceso de Sol artificial se emiten neutrinos.

Los detectores de Gallex están a gran profundidad bajo tierra para evitar que otras partículas cósmicas falseen el recuento de neutrinos. Éstos son unas partículas que apenas interaccionan con la materia -atraviesan limpiamente la Tierra-, y es muy difícil lograr detectores que registren su impacto.

Efecto sociológico

Antes de los resultados de Gallex, los astrofísicos se planteaban si el desajuste entre los neutrinos predichos por la teoría y los datos experimentales se debía a propiedades desconocidas de los neutrinos. "El efecto del descubrimiento, además, es muy fuerte desde el punto de vista sociológico porque se había creado una especie de inercia entre los científicos, que esperaban que los resultados del Gallex significasen algo revolucionario", comentó De Rújula. "Ha sido un jarro de agua fría, para ellos, pero si lo que se intenta es entender las cosas, y para eso nos pagan a los científicos, todo resultado nuevo tiene un valor idéntico".Ángel Morales, organizador de Neutrino 92, dijo que ahora se planea un nuevo experimento en un observatorio canadiense, cuya maqueta se exhibe en el pabellón de este país en la Expo de Sevilla, informa Alejandro V. García. En los próximos cuatro años, los científicos tratarán de resolver las discrepancias que hay entre los resultados de Gallex y los de otros experimentos.

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