La Universidad catalana Pompeu Fabra quiere acoger el calcetín de Tàpies

Enric Argullol, rector de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, ofreció al pintor Antoni Tàpies el patio de uno de los antiguos cuarteles de WeIlington para instalar allí el calcetín del artista. La propuesta, calificada por un portavoz de la Universidad como "informal", fue hecha el pasado 14 de mayo, durante el acto de la firma de un convenio entre la UPF y la Fundació Antoni Tàpies por el que ambas instituciones se compremeten a organizar conjuntamente cursos de arte contemporáneo y civilización oriental, por la que desde hace años Tàpies se ha mostrado especialmente atraído."La oferta fue informal, pero seria", manifestó un portavoz de la Universidad Pompeu Fabra, quien sin embargo mostró cierto pesimismo sobre la posibilidad de lograr la escultura ya que, dijo "tiene muchos novios". El pintor declaró recientemente que un museo alemán y otro estadounidense están interesados en ella. "Si tenemos que competir económicamente con entidades extranjeras será difícil que logremos superarle", añadió el portavoz universitario. La estatua sería instalada al aire libre en el patio del antiguo cuartel de Wellington, situado tras el jardín zoológico y cerca de la Villa Olímpica. Estas instalaciones han sido recientemente adquiridas por la nueva universidad catalana.

La intervención en la operación calcetín por parte de la UPF se produce poco después de que la Universidad Internacional Menéndez Pelayo decidiera utilizar el polémico calcetín como elemento distintivo de sus carteles y de la propia Universidad.

La polémica, en principio estrictamente artística, sobre la validez o no de la obra y la adecuación o no del Palau Nacional de Montjuïc para albergarla cobra una nueva dimensión que escora hacia la política. De un lado, los políticos convergentes, con el consejero de Cultura de la Generalitat, Joan Guitart, a la cabeza, manifiestan sus reticencias ante la obra. De otro, los socialistas, con el rector de la UIPM, Ernest Lluch, como abanderado y el concejal de Barcelona Oriol Bohigas, como ideólogo, expresan su satisfacción ante la obra y su buena disposición para acogerla. En medio, aparece la figura del rector de la UPF, Enric Argullol, de talante abierto y progresista, pero afin a Convergéncia, tendiendo un puente para que la obra, que puede acabar siendo emblemática, no pueda ser esgrimida como bandera de la oposición.

Mientras, Antoni Tàpies dice que "no se acuerda" de la propuesta de la Pompeu Fabra, según indicaron en la familia del pintor. "En la conversación general podría ser que surgiera el tema, pero él afirma que si fue así no le prestó atención", indicaron. "Han corrido muchas falsas informaciones sobre este asunto y Tápies no se pronunciará hasta que no haya una propuesta formal", según la familia, informa Catalina Serra.

Miquel Tàpies, hijo del pintor y director de la Fundació Tàpies, afirmó que en la reunión con los responsables de la Universidad Pompeu Fabra, en la que él estuvo presente, "no salió este tema". "A mí no me consta que se hablara de este asunto; al menos no oí nada al respecto", indicó.