Cataluña quiere demostrar que la sanidad pública es tan eficaz como la privada

Xavier Trias, consejero de Sanidad de Cataluña, quiere demostrar con una empresa de resonancia magnética que la sanidad pública con gestión empresarial puede ser tan eficiente o más que la privada. Trias ha dicho que el día que pueda compararse la eficiencia de la sanidad pública con la sanidad privada, muchos se llevarán una gran sorpresa. En su opinión, "ni la privada es tan eficiente como presume, ni la pública tan desastrosa como se pregona".

El estandarte que utiliza Sanidad es una empresa pública de resonancia magnética creada adscrita a la ciudad sanitaria de Valle de Hebrón, en Barcelona, que le ha permitido incluso rebajar el precio que pagaba a las clínicas concertadas.La resonancia magnética es una técnica en rápida expansión, pues permite explorar partes del cuerpo de muy dificil acceso de forma totalmente incruenta, rápida y segura. Pruebas que antes necesitaban incluso intervención quirúrgica y hospitalización pueden realizarse ahora en poco más de media hora y sin ningún riesgo ni molestia para el paciente.

Cuando se acordó instalar este equipamento en la ciudad sanitaria de Valle de Hebrón, Trias decidió experimentar un modelo de autonomía de gestión. El servicio fue constituido en abril de 1991 como una empresa pública, lo que salvaguardó la titularidad estatal, pero permitió introducir la flexibilidad de una gestión empresarial. "Un año después funciona a pleno rendimiento, y el estudio de los costes nos ha permitido reducir las tarifas que pagábamos al sector concertado", dice Trias.

Contrato cooperativo

Al margen de la fórmula jurídica a emplear,la empresa pública de Valle,de Hebrón constituye un ejemplo del contrato cooperativo que el Ministerio de Sanidad se propone ensayar en el ámbito del Insalud.La empresa tiene una plantilla de 31 personas, todas vinculadas por contrato laboral. La mayoría, incorporada al proyecto tras obtener una excedencia de su anterior puesto en la Seguridad Social, por lo que han renunciado a su condición de funcionarios. El servicio trabaja vinculado, tanto en asistencia como en investigación y docencia, al resto de la ciudad sanitaria. La Generalitat ha tomado en este caso especiales precauciones financieras. Para evitar tentaciones endeudadoras, uno de los miembros del consejo pertenece al Departamento de Economía y Finanzas, y el servicio es regularmente auditado por la Intervención General del Gobierno autónomo.

"Si en las empresas privadas concertadas rigen dos principios, el de funcionar bien y el de obtener un margen de beneficios, en nuestro caso, el objetivo es trabajar bien al menor coste posible", afirma Jaume Roma. El servicio funciona las 24 horas del día, y el sábado, hasta las diez de la noche. Ello le permite atender toda la demanda de la enorme ciudad sanitaria de Valle de Hebrón, que tiene más de 2.000 camas hospitalarias, y la de los ambulatorios del área sanitaria. Hasta la apertura de esta empresa, esos pacientes eran atendidos en dos centros privados, creados precisamente para cubrir esa carencia de la Seguridad Social.

En un momento de dificultades financieras como el que atraviesa la sanidad, la posibilidad de ahorrar entusiasma a los gestores. La Seguridad Social pagaba en 1990 por una exploración de resonancia magnética 51.000 pesetas, ahora paga 44.000 y en 1993 pagará 40.000. "Las entidades concertadas pueden soportar la rebaja y mantener cierto margen de beneficios, pues el coste de la tecnología de reposición también se ha reducido", argumenta Roma.