Obiang libera a cinco opositores guineanos, a petición de Adolfo Suárez

Teodoro Obiang, presidente de Guinea Ecuatorial, decretó ayer, a petición de Adolfo Suárez, la liberación de cinco opositores ecuatoguineanos, entre ellos la del dirigente del Partido Convergencia para la Democracia Social, Plácido Micó.

La medida adoptada por el presidente Obiang Nguema incluye la libertad sin cargos de Plácido Micó, detenido el pasado 10 de febrero bajo la acusación de desplegar actividades de oposición; la de otros dos opositores refugiados desde entonces en la sede en Malabo del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD; y la excarcelación de dos opositores más que se encontraban detenidos en Bata, la principal ciudad del territorio continental ecuatoguineano, según informó a EL PAÍS una fuente española bien informada.La liberación de los opositores ecuatoguineanos, cuyo indulto, según el presidente Teodoro Obiang, ya ha sido firmado mediante un decreto de la Presidencia, se produce cuatro días después de la culminación de la primera de una serie de visitas a Guinea Ecuatorial del ex presidente del Gobierno español, Adolfo Suárez.

Suárez visitó la pasada semana la ex colonia española para asesorar sobre el proceso para realizar una transición a la democracia. Obiang había prometido una democratización al presidente del Gobierno español Felipe González, durante la visita oficial que éste realizó al país africano el pasado mes de noviembre. Suárez había sido propuesto entonces por González para asesorar el proceso de transición a la democracia y Obiang dio su aquiescencia a esta iniciativa.

Adolfo Suárez se entrevistó en Guinea Ecuatorial con José Oló, defensor de Plácido Micó, así como con medios gubernamentales, religiosos y estudiantiles del país africano.

Desde hace años, la oposición ecuatoguineana pugna por conseguir una apertura del régimen de Malabo que se ha visto obstaculizada por medidas como la detención de Micó, que fue encarcelado el pasado 10 de febrero, acusado de haber entregado un ejemplar de la revista clandestina La Verdad a un viajero que iba a Madrid, así como cartas dirigidas al Partido Socialista Obrero Español y a la Unión General de Trabajadores. La detención de Micó fue la primera desde la promulgación de la ley de Partidos Políticos, en el año 1991.