_
_
_
_
_
FERIA DE SAN ISIDRO

Cepeda afirma que torearía en Las Ventas todas las tardes

Fernando Cepeda dispone hoy, al igual que sus compañeros de cartel, Pepín Jiménez y Jesulín de Ubrique, de su segunda y postrera posibilidad de triunfar en la feria, algo que ve relativamente fácil: "Soy un tipo raro, porque mientras la mayoría de mis compañeros acuden a Madrid casi a la fuerza y aquí bajan su rendimiento, yo torearía en Las Ventas todas las tardes, pues saco la casta de torero, me vengo arriba y rindo más que en ningún sitio".Parte de este optimismo lo achaca también a los toros de Carlos Núñez, que afirma conocer mucho: "Se prestan a mi estilo y con ellos también me supero, me motivan, aunque lo que más me motiva es actuar en Madrid".

Tres de los toros de este hierro que se iban a lidiar, fueron rechazados ayer en el reconocimiento veterinario por falta de trapío, aunque el ganadero prometió enviar más para completar la corrida.

La confesión de su mayor rendimiento aquí del torero sevillano tiene su lectura inversa: hay cosos en los que a veces no da la talla. Y él lo reconoce: "Sí, en ocasiones se me ve como triste y apagado, casi apático y ni yo mismo sé las razones. Sin embargo, en Madrid me transformo. Eso también me ocurre en Francia, aunque en menor medida. Lo de Madrid es único".

Cepeda pone como ejemplo que este nivel superior en Las Ventas, plaza que señala que le lanzó desde novillero y a la que debe todo y donde significa que ha realizado sus mejores faenas, puede comprobarse en las estadísticas: "Yo, que corto muy pocas orejas, tanto porque mi toreo artístico no puede aplicarse a muchos toros, como porque con la espada me estrello muchas veces, aquí salgo casi a oreja por tarde, como si fuese el torero más regular del rnundo".

Después matiza el tiempo del verbo empleado y rectifica: "No debí decir soy, sino era. Porque este año gracias a mi nuevo apoderado y viejo amigo de la infancia, Manolo González, me encuentro mejor que nunca, y ya lo demostré, aún sin redondear, en la pasada feria de Sevilla".

Para hacer hincapié en esta idea pone otro ejemplo mucho más reciente, el de su faena al sexto toro el pasado día 13, cuando actuó por primera vez en el abono, pese a que el fuerte viento que soplaba impedía prácticamente torear: "Esa tarde me jugué el pellejo consciente de que en cualquier momento me podía coger el toro, pero no me importaba: era en Las Ventas".

Por eso solo pide para hoy que no sople el aire, porque presume que del resto ya se encargará él con su toreo.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_