Picasso reordena dos museos nacionales
El mural Guernica, la obra más famosa del artista más importante de este siglo, Pablo Ruiz Picasso, estará listo el próximo martes para iniciar, el que se supone, su último viaje. Ese día, a primera hora de la mañana, los 23 miembros que integran el Patronato del Prado se encontrarán en la sala de reuniones de la pinacoteca para decidir si acuerdan ceder en depósito el mítico mural para ser expuesto en el Centro de Arte Reina Sofía. La decisión que adopte el patronato es clave para esta polémica operación por cuanto es preceptivo el acuerdo por mayoría de los 23 miembros antes de que se pueda aprobar la orden ministerial por la que Cultura reorganizará las colecciones estatales; operación dentro de la que se incluye el futuro del Guernica.Pero no parece que Cultura tenga dudas sobre el resultado positivo de la reunión, ya que, a las 13.30 del mismo martes, el ministro Jordi Solé Tura ha convocado una conferencia de prensa en la que comparecerá junto a los presidentes de los patronatos del Prado y del Reina Sofía (José Ángel Sánchez Asiaín y José Lladó, respectivamente) y a los directores de los dos museos, Felipe Garín y María Corral.
La convocatoria rebosa festividad, hasta el punto de que se ha hecho coincididir la fecha con el Día Mundial de los Museos. En el optimismo que sobre el resultado de la reunión del patronato tiene Cultura ha influido el hecho de que en 1989 este mismo organismo celebró una sesión con el mismo objetivo en la que la mayoría se mostró partidaria de trasladar el mural.
23 opiniones
Los hombres que tienen en sus manos la decisión final sobre el proyecto son 23. Siete están representados en función de su cargo y el resto es nombrado por el ministro de Cultura. Los llamados vocales natos son el presidente de la Comunidad de Madrid, el director general del Patrimonio del Estado, el alcalde de Madrid, el director general de Bellas Artes, el director de los museos estatales, el director del Prado y el director honorario del Prado. Los vocales designados por el ministro son un representante de la Academia de la Historia, un representante de la Academia de Bellas Artes de San Fernando, dos conservadores de museos y las siguientes personas: Gonzalo Anes, Plácido Arango, Jaime Carvajal y Urquijo, José Luis Várez Fisa, José Luis Yuste, Rodrigo Uría, Enrique Rúspoli, Manuel Gutiérrez Aragón, Manuel Gómez de Pablos, Eduardo Mendoza, Juan Abelló y José Ángel Sánchez Asiaín.
En el Ministerio de Cultura, la decisión final sobre el Guernica supone el inicio de un viejo proyecto: poner orden en las colecciones del Estado y poder formar la colección permanente del Reina Sofía. Porque no sólo se cede en depósito el mural de Picasso junto al legado del pintor (óleos y dibujos preparatorios del mural), sino también las piezas que ahora se exhiben junto al Guernica: la escultura Dama oferente, parte integrante del Pabellón de España en la Exposición Internacional de París de 1937, comprada por Cultura; así como el grabado Mino tauromaquia; el legado Douglas Cooper, formado por dos obras de Juan Gris (Retrato de Josette y Violín y guitarra) y un óleo de Picasso, Bodegón con pájaros muertos, cedido hasta el mes de agosto en exposiciones de Estados Unidos. También figuran los dos cuadros de Joan Miró Caracol, mujer, flor y estrella y Libélula de alas rojas, donados en 1986 por su viuda, Pilar Juncosa.
La viuda de Miró no se ha opuesto a esta iniciativa, informa Andreu Manresa. Juncosa cuenta que recibió recientemente una llamada telefónica de Solé Tura en la que éste le explicó la idea del traslado del Guernica y solicitó su autorización para llevar al Reina Sofía las piezas de Miró. "No me puedo oponer", dijo Pilar Juncosa. "A mí me gustaría que las telas de mi marido quedasen en el Prado, pero si se trasladan todas las obras los cuadros de Picasso y Juan Gris, por ejemplo-, no puedo decir no". La misma actitud de colaboración han tenido los herederos de Picasso, según aseguran en el ministerio. Igual que pudieron conocer el Casón antes de ser ocupado por el mural, Paloma y Claude han visitado recientemente la segunda planta del Reina Sofía, donde se instalará el Guernica.
La nueva ordenación de las colecciones también enriquecerá al Prado. De los fondos del antiguo MEAC, depositados en el Reina Sofia, pasarán al Prado todas las obras fechadas en el siglo XIX y otras que, fuera de ese siglo, pertenecen artísticamente al XIX. Las colección permanente del Reina Sofía arranca con obras fechadas en 1901 y se cerrará con piezas de los años setenta. En esta misma colección se incluye una selección de los fondos reunidos en los últimos años por la Asociación de Amigos del Reina Sofía. Todo está ya a punto para un viaje que concluirá la tercera semana de junio.
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