El "caso King" amenaza con convertirse en un obstáculo para la política exterior de EE UU
Los sucesos de Los Ángeles, que debilitaron al presidente George Bush y conmocionaron la pasada semana a este país, amenazan también con convertirse en un obstáculo para la política exterior de Estados Unidos, por cuanto debilita su imagen y su capacidad de liderazgo mundial.
"Este caso reduce nuestra autoridad moral y hace que otros países duden de seguir nuestro liderazgo", ha advertido el ex secretario de Defensa James Schlesinger. Los principales rivales de Estados Unidos en el ámbito internacional no han perdido tiempo para criticar el veredicto del caso Rodney King y denunciar la supuesta ilegitimidad del Gobierno norteamericano para hablar en fávor de los derechos humanos.Irak se apresuró a convovar una sesión especial del Consejo de Seguridad de la ONU, para lo que no encontró eco. El líder libio, Muammar el Gaddafi, comentó la incapacidad de los tribunales norteamericanos para juzgar a los dos libios a los que se acusa del atentado de Lockerbie. China desautorizó las presiones norteamericanas en favor de la democracia. Y Cuba aprovechó para poner en duda los valores del capitalismo.
En otros países aliados de Estados Unidos, pero enfrentados coyunturalmente por razones políticas y económicas, como Japón y Suráfrica, la prensa arremetió duramente contra la política racial de las autoridades norteamericanas.
El Gobierno de Kenia, al que los norteamericanos tienen en su punto de mira por la política de derechos humanos, condenó públicamente "el vergonzoso espectáculo racista" ofrecido en Los Ángeles.
En Europa, la mayoría de los Gobiernos guardaron, un discreto silencio, excepto el presidente francés, François Mitterrand, que culpó de los sucesos de Los Angeles a la política económica de Bush. Una fuente diplomática de la CE manifestó que "los países europeos no son los más adecuados para tirar la primera piedra cuando se trata de. criticar el trato a las minorías", aunque reconoció que el caso Rodney King podría resultar embarazoso para Bush en sus próximos viajes a Europa.
Fuentes diplomáticas en Washington afirman que el daño sufrido por Estados Unidos en su imagen internacional es particularmente grave en un momento en que este país se había convertido en la única potencia mundial.
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