Herida en el hemitórax de pronostico reservado
Mariano Jiménez, que entró por su propio pie a la enfermería, aunque cojeando y visiblemente dolorido, fue operado de una cornada de trayectoria ascendente, de 15 centímetros, en hemitorax derecho de pronóstico reservado, y pasó con posterioridad a una clínica. También presentaba contusiones múltiples repartidas por todo su cuerpo, que presentaba un aspecto impresionante.El asta del toro rebotó en una costilla, que será sometida hoy a estudio radiológico, y libró al diestro de un percance de peores consecuencias, ya que el pitón subió en paralelo a la piel destrozando tan sólo músculos. El doctor Máximo García Padrós, que le atendió, cree que estará unos 10 días de baja, "salvo complicaciones poco previsibles", señaló.
Si se cumple este corto periodo de recuperación, el torero sustituirá el próximo día 24 a Fundi, herido el sábado en Francia. Su apoderado, Alfonso Muñoz, señalaba ya en la clínica y a últimas horas de la noche que su torero dormía aún bajo los efectos de la anestesia: "Es un jabato, que quería salir a matar el sexto. Seguro que el día 24 hace otra vez el paseíllo".
Muñoz no se mostraba de acuerdo con algunos de los subalternos del herido que, en la enfermería y con lágrimas en los ojos, achacaban el percance a que el toro se había quedado sin picar por culpa de los nuevos caballos y de la nueva puya, que, según ellos, no corta.
"Esas palabras son fruto del momento", decía Emilio Muñoz, "pues el toro estaba picado suficientemente y por eso Mariano pidió el cambio. Lo que sucede es que el animal era muy peligroso y echaba la cara arriba desde que salió, como demostró con el capote y las banderillas. Las cornadas llegan porque esta profesión es de riesgo y han de ocurrir".
Varios contratos
El apoderado de Mariano Jiménez tiene previsto para hoy o mañana, según evolucione el diestro, una reunión en Valladolid con los hermanos Martínez Uranga (Chopera chicos), con los que va a compartir la dirección de su carrera a partir de ahora, para cerrar varios contratos en las plazas que éstos llevan. Manuel, Martínez Uranga compareció en la enfermería junto al herido y coincidió con Muñoz en que era una de las cornadas más espectaculares y feas que había visto en su vida.
Los compañeros de tema de Mariano Jiménez coincidían también en este punto y destacaban el gran valor y madurez del herido. Con respecto a sus propias actuaciones se sentían satisfechos.
Emilio Muñoz, que encontró esta tarde al público muy cariñoso con él, descalificaba a la corrida por su falta de clase: "Y la guinda ha sido el último, al que no le hubiera hecho faena ni Gallito". Litri estaba contento con la forma en que toreó a su primero: "Madrid ha visto que sé torear con clasicismo, lo que era imposible con el pésimo quinto toro".
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