Escuelas infantiles laborales
Queremos expresar nuestra protesta más enérgica por la no inclusión, en los presupuestos del Ministerio de Asuntos Sociales correspondientes a 1992, de la subvención a las escuelas infantiles laborales. Dicha subvención posibilita que estos centros puedan mantener unas cuotas por debajo del coste real del niño.Por lo que parece, la señora ministra pretende que sea cada vez más ministerio y menos de asuntos sociales.
Las citadas escuelas, que se caracterizan por ser sin ánimo de lucro, ven en serio peligro su subsistencia a raíz de esta medida, que afecta a cerca de 50.000 niños y a un colectivo de 9.000 trabajadores, amén de todas las madres que podían verse obligadas a dejar su trabajo, ya que su sueldo no les compensaría si tuvieran que llevar a sus hijos a otros centros mucho más costosos.
Si tanto el Gobierno como la sociedad en general estamos de acuerdo en el problema que supone el hecho de tener una población cada vez más envejecida, si estamos de acuerdo en potenciar la incorporación de la mujer al mundo laboral, ¿qué hacemos las mujeres: no trabajamos o no tenemos hijos? Tal y como se están poniendo las cosas, parece que no nos quedan más que estas dos alternativas.
Por eso pedimos al Gobierno que recapacite su postura, que tenga en cuenta el derecho de los niños a su educación desde el primer año de vida, al derecho de la mujer a ser madre, y además poder trabajar fuera de casa, y el derecho de unos profesionales que ejercen una labor que beneficia a toda la sociedad.-
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