Los miembros del Gobierno alemán deciden congelar sus sueldos durante dos años
Los miembros del Gobierno del canciller Helmut Kohl congelaron ayer sus sueldos para los próximos dos años en un intento de dar ejemplo de austeridad y recuperar algo de la popularidad perdida. Las intrigas que siguieron a la renuncia del ministro de Exteriores, Hans-Dietrich Genscher, cuyo punto álgido fue el rechazo por su propio grupo parlamentario de la candidata de la cúpula del Partido Liberal (FDP), Iringard Schwätzer, en favor de Klaus Kinkel, desataron una oleada de críticas.
La CDU y sus socios socialcristianos bávaros (CSU) atacaron duramente a sus aliados liberales, a quienes acusan de maniobrar contra el Gobierno.El ministro de Hacienda, -Theo Waigel, auténtico líder de la CSU, que ha visto cómo el ministro de Economía, el liberal Jürgen Moellemann, se hacía con la vicepresidencia del Gobierno, un puesto para el que se consideraba candidato natural, criticó duramente a Kohl por no haber aprovechado la renuncia de Genscher para hacer una remodelación total del Gabinete.
Pero su partido, en boca del ministro del Interior de Baviera, Edmund Stoiber, fue mucho más lejos calificando la elección de Moellemann de "una terrible equivocación". En el mismo sentido se pronunció el antiguo secretario general de la CDU, He¡ner Geissler.
Pero, de hecho, el gran conspirador en esta crisis y el hombre que sale más beneficiado de ella es Moellemann. Con la vista puesta en la presidencia del FDP, que el conde Otto Lambsdorff abandonará el año que viene, el ministro de Economía ,fue el primero en anunciar que no estaba interesado en el puesto de Genscher.
Todo indica que entonces Lambsdorff impuso a Schwätzer -una candidata sorpresa- dejando así que Kinkel y Moellemann se disputasen la presidencia del partido, lo que le habría dado un mayor margen de maniobra y le habría permitido colocar a Kinkel.
Pero no contaba con la influencia de las dos jóvenes estrellas del partido entre los diputados liberales en el Bundestag, quienes, por 65 votos contra 22, eligieron nuevo ministro de Exteriores al responsable de la cartera de Justicia. El siguiente paso fue obtener la vicecancillería para Moellemann, lo que le convierte en el sucesor de Kohl si éste muriera o resultara incapacitado, y le permite presidir los Consejos de Ministros.
Sorpresa
Lo cierto es que la rebelión de los diputados liberales cogió a todo el mundo por sorpresa. La propia Schwätzer rompió a llorar mientras era consolada por su marido, el presentador del canal de televisión SAT-1 Udo Philipp. Aunque ayer, como si nada hubiera pasado, Schwätzer volvió a ocupar su puesto en el Ministerio de la Vivienda y asistió al Consejo de Ministros, donde tan sólo había una cara nueva, la del nuevo ministro de Sanidad, el socialcristiano Horst, Seehofer.
Por otra parte, el FDP dio a conocer ayer a la sustituta de Kinkel en el Ministerio de Justicia. Se trata de la parlamentaria Sabine Leutheusser-Schnarrenberger, con lo que aumenta a cinco el número de mujeres en el Gobierno, aunque la frustrada llegada de Schwätzer a Exteriores les haya impedido acceder a una cartera de las consideradas de primera categoría.
De la reunión del Gabinete, que se anunciaba tormentosa, sólo salieron a la luz pública dos temas: la congelación de salarios de los miembros del Gobierno, hasta la categoría de subsecretarios, y la negativa total a ceder a las pretensiones de los huelguistas del sector público que tienen al país sumido en el caos.
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