La falta de coordinación y el sistema de compra de entradas resta público a los espectáculos de la Expo

La escasa presencia de carteles en las calles de Sevilla, y el complicado sistema de compra de entradas, resta público a los espectáculos de la Expo, según varios responsables de los espacios escénicos, que achacan el problema a la falta de coordinación con la Sociedad Estatal Expo 92. Raúl Rispa, director de publicaciones de la Expo, reconoce que ha habido fallos en la publicidad, pero acusa a su vez a algunos de los responsables de los teatros de no entregar a tiempo la documentación para la elaboración de las publicaciones y de no cuidar la colocación de carteles en los lugares adecuados.

El caso del teatro de La Maestranza, donde el pasado viernes se estrenó la ópera Carmen dirigida por Plácido Domingo, es paradigmático. Apenas dos carteles anunciaban el reparto en la fachada exterior del teatro. Ésa ha sido toda la presencia que la ópera ha tenido en Sevilla a nivel público. Un concierto del coro del Gran Teatro del Liceo dirigido por su titular, Romano Gandolfi, al día siguiente, que consiguió convocar a menos de la mitad del aforo (unas 400 personas), ni siquiera tuvo ese trato: en ese caso no apareció ningún cartel. Fuentes del teatro manifestaron que no se colocaron porque en ningún lado salía citado el nombre del director. El propio Gandolfi exigió que se corrigiera el cartel o que no se colocara. Raúl Rispa achacó los fallos a los responsables de La Maestranza. "Ellos tuvieron ocasión de revisar las pruebas y dieron su conformidad", aseguró. "En cualquier caso, la información que el teatro nos ha facilitado era muy confusa. Por poner otro ejemplo: de la ópera Il ballo in maschera [que presentará aquí el Metropolitan de Nueva York el día 30 de mayo] a 18 días del plazo límite para imprimir aún no hemos recibido nada".

El Quijote de Maurizio Scaparro, que se ha presentado en el teatro Lope de Vega del 21 al 26, ha conseguido llenar la sala (unas 800 localidades) los dos últimos días, a partir de que las entradas se pusieran a la venta en el mismo local (con anterioridad había que recurrir a la Expo salvo el día de la representación). "Los teatros los conocemos los que los dirigimos, y cada espectáculo requiere un tipo de promoción especial, que desde aquí se lleva más racionalmente que desde cualquier otro departamento", dijo José Luis Castro, director del teatro.

Problemas parecidos han sufrido otros espacios. El día de inauguración de la Expo, los invitados al Auditorio no acudieron durante una actuación de Rubén Blades, que cantó ante sólo unos centenares de personas, en un desolado local semivacío. Las puertas acabaron por abrirse gratuitamente al público.

El director artístico del Auditorio, José Antonio Campos Borrego, considera que se debe intensificar la publicidad y que debería haber puestos de venta de los espectáculos en la ciudad. El Teatro Central, otro de los espacios escénicos de La Cartuja, con 700 localidades, estrenó La Gallarda, una producción sobre un poema de Rafael Alberti, con la sala para invitados medio vacía.