Un narcotraficante sirio puso la bomba que derribó el avión de Pan Am, afirma 'Time'
La revista norteamericana Time señala, en el número que aparece hoy, que, tras cuatro meses de investigación sobre un informe del FBI, existen evidencias que apuntan a que un traficante de drogas sirio fue el que colocó la bomba en el vuelo 103 de Pan Am que estalló el 21 de diciembre de 1988, causando la muerte a 270 personas. La revista concluye que la acción tenía como objetivo acabar con seis agentes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) que viajaban a bordo.
Por otra parte, el diario londinense The Independent informó ayer de que Estados Unidos "esconde" dos testigos contra Libia en el caso Lockerbie. Se trata de un ex funcionario del Gobierno libio que se encuentra bajo la protección norteamericana en una unidad de la CIA para evitar que agentes libios traten de liquidarlo y de un comerciante maltés. Se desconoce el paradero de este último, que supuestamente vendió a ropas a los dos agentes acusados de colocar la bomba en el avión de la Pan Am.Las informaciones que recoge Time fueron las primeras pistas que se conocieron sobre la investigación y que, posteriormente, cayeron en el olvido sin que nadie diera razón de ello. Inicialmente, el primer sospechoso fue Ahmed Jibril, líder del Frente Popular para la Liberación de Palestina, Mando general (FPLP-MG), que se supuso actuó con apoyo sirio y fondos iraníes. Time asegura tener nuevas pruebas de la implicación de Jibril. Su tesis contradice la versión oficial manejada por Estados Unidos y el Reino Unido que acusa a dos libios como autores de la matanza. El Consejo de Seguridad de la ONU ha respaldado la tesis de las autoridades norteamericanas y británicas y ha decretado sanciones internacionales contra Trípoli hasta que acceda a entregar a los sospechosos Abdel Baset Alí al Megrani y a Lamen Jalifa Fimá.
En Israel, el presidente de la comisión de defensa y exteriores del Parlamento, Eliahu Ben Elisar, declaró ayer a la emisora de las Fuerzas Armadas que Tel Aviv siempre ha insistido en que los responsables del atentado de Lockerbie fueron "Siria y Jibril".
Intercambio de maletas
El informe del FBI en Alemania, sobre el que investiga Time, señala que la maleta que contenía la bomba puede que no fuera facturada en el vuelo 103 en Frankfurt, tal y como se recoge en los cargos contra los libios, sino sustituida en esta ciudad alemana por otra pieza de equipaje. Colaboradores del grupo de Jibril con la ayuda del traficante de drogas sirio, Monzer al Jasar aparecen como los responsables de colocar en el avión la maleta que contenía la bomba.
Según el semanario, los intereses de Jasar y de Jibril coincidían en que el grupo de la CIA, que trabajaba para liberar a los rehenes norteamericanos en Beirut y que viajaba a bordo, debía ser eliminado. Esos agentes había descubierto la conexión de Jasar con una unidad supuestamente desautorizada de la CIA, identificada por su nombre en clave de Corea. Los seis espías que regresaban a EE UU estaban dispuestos a desenmascarar a Jasar y a sus compañeros de Corea. Los agentes muertos, liderados por el coronel Charles McKee, sostenían que los métodos de sus compañeros -basados en relacionarse con personas cercanas a los círculos terroristas- amenazaban sus planes para liberar a los rehenes norteamericanos.
Los agentes de Corea traficaban con armas y drogas para tener acceso a los grupos terroristas, por ello permitían que Jasar mantuviera sus rutas de tráfico ilegal hacia Estados Unidos a cambio de comprometerse a colaborar en la liberación de los seis norteamericanos que entonces estaban secuestrados como rehenes en Beirut.
A su vez, Jibril había recibido el encargo de "vengar" el derribo de un avión iraní por la Marina norteamericana sobre el golfo Pérsico, en julio de 1988. Jibril se decidió por atentar contra la nave de Pan Am para, evitar, con la muerte de los agentes de la CIA, la liberación de los rehenes estadounidenses en Beirut.
"Un par de viejos compañeros míos del Pentagono creían que el objetivo de los que derribaron el avión de la Pan Am era el equipo de rescate de rehenes de Mckee", declaró el oficial retirado del servicio de información norteamericano, Gene Wheaton, "pero se les ordenó que desviaran el foco de su investigación para evitar una embarazosa prueba del fallo de los sistemas de seguridad".
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