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Los frentes periodísticos

"He recibido la noticia de la concesión del premio con una doble ilusión", señaló ayer Manu Leguineche. "Primero porque me apetecía muchísimo, puesto que considero que cierra un ciclo en mi vida periodística, y en segundo lugar, debido a una circunstancia especial, ya que han robado en mi casa de Madrid por segunda vez en los últimos 15 días. Entre los objetos robados se encuentran dos colecciones simbólicas, una de plumas y otra de radios antiguas".Leguineche regresó el domingo de Suráfrica, y la concesión del Premio Ortega y Gasset le sorprendió tratando de decidir si viajaba a Lima, a Libia, a Yugoslavia, a Teherán o a Berlín. "Hay tantos frentes periodísticos abiertos, que tienes que pararte a pensar y elegir bien".

Más información
Manuel Leguineche y Pere Tordera, premios Ortega y Gasset de periodismo

Quienes conocen a Manu Leguineche, autor de numerosos libros de reportajes y ensayos, director de la agencia Fax y miembro de una tertulia radiofónica del programa de Luis del Olmo Protagonistas, en Onda Cero, lo califican de "periodista de raza". Quizá lo demuestra su actitud de ayer. "No he dormido en toda la noche por lo del robo, pero he tenido que escribir al menos cuatro folios sobre el autogolpe en Perú y dos folios sobre la subida de la extrema derecha en Alemania".

Leguineche habla todavía en clave de folios. "Soy de la vieja escuela y de la vieja tipografía, aunque también me gusta la radio", dice. "Pertenezco a la antigua generación, que algunos han llamado en sentido figurado de los heavy drinkers (grandes bebedores), que escribíamos tanto sobre el roto del producto interior bruto de Uganda como del descosido de la vida privada de Faruk. Los periodistas de ahora, los de la generación del agua mineral, están más especializados, más preparados por zonas".

Cuando se le pide que elija entre una y otra forma de periodismo señala: "El periodista de antes es una especie a punto de extinguirse, pero es más divertido". Y con extrema llaneza señala que las condiciones para ser un buen reportero son tener buenas piernas, buena salud, curiosidad ("incluida la filosófica") y pasión por la historia.

Un solo carrete

Pere Tordera Blancafort, nacido hace 27 años en la población barcelonesa de Tona, trabaja en el periódico comarcal El 9 Nou, de Vic, desde hace tres años. Cursó cinco años de estudios de fotografía en Barcelona, también en el Instituto de Estudios Fotográficos de Cataluña, informa Martí Castells.

Tordera estaba en la redacción la tarde del 29 de mayo de 1991, cuando hubo una explosión en el cuartel de la Guardia Civil de Vic, situado a unos 200 metros, y fue el primer reportero en llegar al lugar del atentado terrorista. Pere Tordera explica que estuvo pendiente de su película porque, "al salir como un rayo de la redacción" y sin saber exactamente qué sucedía, solamente llevaba consigo un carrete. Tordera confiesa que la cobertura del atentado ha sido el trabajo más extraordinario y a la vez más espeluznante de su carrera profesional.

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