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El Parlamento de Pekín rechaza la línea conservadora del primer ministro

Juan Jesús Aznárez

La Asamblea Popular Nacional china finalizó su periodo anual de sesiones con un explícito apoyo a la apertura económica promovida por Deng Xiaoping y una descalificación de los aspectos más conservadores del informe de apertura del primer ministro, Li Peng, enmendado con 150 correcciones y significativos añadidos. El Parlamento enmudeció cuando un diputado se atrevió a preguntar durante uno de los plenos por la reforma política. "Era una observación demasiado directa", subrayó un miembro del Partido Comunista Chino (PCCh), leal al proceso únicamente reformista en lo económico del anciano líder.

El informe de gobierno rendido por Li Peng el pasado día 20 hizo hincapié en el peligro del rebrote "liberal burgués", pero omitió las advertencias del hombre fuerte contra el rearme "izquierdista" que, reclama como válidos amplios pasajes del doctrinario maoista, propugna el mismo salario para toda China y antepone la ideología al éxito económico. Los diputados aprobaron el documento de Li Peng tras precisar que no sólo se mantendrá alta la guardia contra "la derecha" que trabaja por el establecimiento del capitalismo y la democracia occidental, sino también contra "el izquierdismo" cuya defensa llevó a uno los periodos más dramáticos y ruinosos de la historia china.

Programa de Deng

Tampoco la moderación expuesta por el primer ministro en las previsiones de crecimiento económico, un 6% para este año contra el 7% registrado en 1991, satisfizo a la Cámara, volcada en la defensa del programa de Deng, pero con diferencias en cuanto a su ritmo, profundidad o conveniencia de algunas medidas susceptibles de erosionar los pilares comunistas. Wei Mingyi, un diputado que representaba al Ejército, denunció que la meta propuesta por el jefe de Gobierno no coincidía "con el espíritu de aceleración del desarrollo económico".La última reunión de la Asamblea demostró, de todas formas, que la reforma gana adeptos y que el sucesor de Mao controla el poder y ha decidido utilizarlo para empujar el proceso. También aportó nuevos indicios sobre el progresivo debilitamiento de Li Peng, considerado cabeza de fila de los sectores más inmovilistas y situado por ellos en la jefatura del Gobierno después de los sucesos de Tiananmen, en junio de 1989.

Nunca antes la rendición anual de cuentas de un primer ministro había sido modificada en 150 ocasiones antes de ser aprobada. En esta ocasión lo fue por 2.583 votos a favor, 10 en contra y 27 abstenciones, una unanimidad todavía muy alta como para pensar que la apertura de Deng Xiaoping se acerca a los órganos del Estado.

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