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Economía exigirá a la banca fuertes coberturas a los préstamos hipotecarios para potenciar los restantes

El Ministerio de Economía y Hacienda quiere frenar la tendencia de algunos bancos y cajas de ahorro a concentrarse en el crédito hipotecario a la vivienda, cuyo riesgo es nulo y está prácticamente libre de cobertura en forma de fondos propios para las entidades. Economía ha llegado a la conclusión de que en algunos casos estos créditos absorben demasiados recursos y reducen la financiación de actividades productivas. El ministerio quiere incidir también en la financiación bancaria a los ayuntamientos, que en algunos casos soportan una carga financiera próxima al tope del 25% permitido.

Economía prepara medidas para corregir ambas situaciones. Para ello, desde 1993 las entidades que concedan estos créditos se verán obligadas a inmobilizar más fondos propios (capital y reservas), frente a la situación actual, donde apenas consumen recursos.La Secretaría de Estado de Economía, que dirige Pedro Pérez, dispone ya de un borrador de decreto que desarrolla el proyecto de Ley de Recursos Propios y Supervisión Consolidada de las Entidades Financieras, que está a debate en el Senado. El decreto busca reforzar la solvencia de la banca introduciendo nuevas penalizaciones en forma de mayores fondos propios a las prácticas de autocartera (acciones propias en poder de filiales).

También retoca las posibilidades de capitalización de las cajas de ahorro con los fondos de su obra social, aunque "en líneas generales no supone un cambio radical con la situación actual, sino una actualización de las normas para medir la solvencia" de las entidades, según Pedro Pérez. Economía ha comunicado ya las líneas generales del decreto a la patronal bancaria AEB y a la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA).

Reorganización de estrategias

La concesión de créditos a la vivienda y a los ayuntamientos será más cara para las entidades que los conceda, pero no se traducirá en un encarecimiento para los usuarios. Puede comportar una "reorganización" en la estrategia de las entidades, que puede provocar cambios en el reparto del crédito, según el secretario de Estado de Economía.La ponderación de los créditos hipotecarios a la vivienda pasará del 3% actual al 50% en 1993, dentro del coeficiente de garantía que deben cubrir los bancos y cajas. La de los créditos a los ayuntamientos se elevará del 0,25% al 20%. En sentido inverso, los créditos a otros organismos públicos, incluidas las comunidades autónomas, que ahora deben cubrirse al 0,25%, quedarán exentos de cobertura, lo que facilitará este tipo de financiación. El resto del crédito deberá estar cubierto al 100%, con la excepción de los que aporten garantías personales, donde se tendrá en cuenta la solvencia del cliente.

En el caso de los créditos a los ayuntamientos, la decisión de elevar su cobertura no obedece a que exista un mayor riesgo que con estas operaciones sino al deseo de reconducir la situación financiera de algunos municipios fuertemente endeudados.

Otra de las novedades que se introducirán radica en la imposición de nuevas penalizaciones en los recursos propios de los bancos por operaciones de autocartera. Este sistema se ha generalizado entre algunos bancos para ayudar a colocar acciones propias.

Además seguirán restando recursos propios las pérdidas de las sociedades y la propia autocartera, con el límite legal del 10% y del 5% para empresas cotizadas en Bolsa.

Con todo esto, Economía pretende una banca más solvente y con menos peso industrial. Tener participaciones industriales no estará prohibido, pero resultará más caro para quienes opten por este modelo.

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