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Solchaga, preocupado por la entrada de personas con intereses desconocidos en los medios de comunicación

El ministro de Economía, Carlos Solchaga, expresó el miércoles por la noche su preocupación por los 9mpresionantes cambios accionariales y participativos registrados en los medios de comunicación por personas o instituciones aparentemente ajenas al mundo editorial". Solchaga manifestó esta inquietud ante la "afición desmedida" de algunas personas por los medios de comunicación y por el peligro que podía suponer "la utilización de los periodistas en batallas políticas y en batallas de poder de las que el lector de prensa, el auditor de radio o quien está viendo la televisión no es consciente".

El ministro hizo estas manifestaciones en un acto organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica, (APIE), en el que fue nombrado socio de honor. Las palabras de Solchaga causaron un fuerte impacto entre los asistentes, entre los que figuraba una amplia representación de empresarios, industriales, financieros y periodistas madrileños.Todo el mundo coincidió en que la intervención del ministro significaba una clara alusión a las actuaciones de Mario Conde y Javier de la Rosa. El proplo Solchaga fue consciente del riesgo de sus palabras. "Ya sé", dijo al terminar su intervención, "que esto que acabo de decir puede ser interpretado de muchas maneras, y algunas de ellas no muy favorables para mí. Pero era lo que quería decir".

Solchaga señaló también su inquietud por si llega un día en que la información que se produzca en prensa no sea el resultado de la relación veraz de acontecimientos, del análisis adecuado de los mismos, sino de la utilización de los medios de comunicación, de los periodistas, en batallas políticas y de poder de las que el usuario de la prensa no es ni puede ser consciente".

Políticos y editores

El ministro llamó la atención sobre la distinta situación en que se encuentran los políticos y los propietarios desconocidos de los medios de comunicación.

"A un político", dijo, "siempre se le puede juzgar. Al político se le conoce, se sabe qué opinión tiene, se sabe dónde está, se le puede juzgar por la relación que existe entre lo que dice, lo que piensa y lo que hace; se le puede juzgar por las responsabilidades que adquiere. Pero no se puede juzgar a aquellos que, a través de la participación accionarial o del apoyo crediticio o cualquier otro sistema, están en ocasiones detrás de medios de comunicación sin haber declarado nunca sus objetivos y sin saber si éstos tienen que ver con alguna relación de poder concreta".

Recordó que los movimientos accionariales en los medios de comunicación en los últimos años habían sido impresionantes. A este respecto señaló que "instituciones y personas aparentemente ajenas a cualquier vocación editorial han aparecido en los mismos, y ciertamente ha habido algunos que han mostrado, si no vocación, que no se les reconocía, al menos una afición desmedida, a juzgar por las entradas y salidas en un número suficientemente importante como para haber llamado la atención hasta de quienes no siguen de cerca estos temas".

En relación con la influencia de los llamados poderes fácticos, expresó su sorpresa porque aquellos que hace 10 años estaban sumamente preocupados por la influencia de tales poderes -fueran éstos financieros o institucionales- en la formación de opinión, hayan perdido hoy absolutamente esa sensibilidad.

Por otra parte, Carlos Solchaga destacó ayer la necesidad de que el desarrollo económico en América Latina cuente con el apoyo de los países industriales y de la Comunidad Europea, durante la clausura de la Conferencia de Ministros y Jefes de Planificación de América Latina y el Caribe que se ha celebrado en Madrid.

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