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MOVILIZACIONES POR LA RECONVERSIÓN INDUSTRIAL

Un grupo de encapuchados intentó asaltar una comisaría en medio del conflicto de Acenor

El enfrentamiento entre los trabajadores de la planta de Acenor en Llodio (Álava) y la Policía Autónoma vasca se recrudeció durante la jornada de huelga general de ayer, cuando un grupo de jóvenes encapuchados intentó asaltar la comisaría de la Ertzaintza. A las escaramuzas callejeras con lanzamientos de objetos se unieron ayer las botellas incendiarias. Desde las 5.30 no hubo tregua hasta las doce de la mañana. Los sindicatos dejaron solo al consejero de Interior, que convocó reunión para intentar reconducir el conflicto.

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La huelga general fue secundada en el valle de Ayala, por el 95% de las empresas. Además de Aceros del Norte, Acenor, que junto a Foarsa forma parte del grupo público Sidenor, las empresas Lipmesa y Villosa, y varios pequeños talleres afrontan situaciones críticas y reestructuraciones de plantilla. Todos los alcaldes del valle secundaron la huelga general, y a la manifestación que no se había celebrado al cierre de esta edición tenían previsto asistir los máximos representantes del Partido Nacionalista Vasco en la Diputación Foral de Álava.Los sindicatos ELA, UGT y CC OO se desvincularon ayer de los enfrentamientos pero se negaron a acudir a una reunión con el consejero de Interior para poner fin al conflicto. En una carta remitida a Atutxa, los tres sindicatos acusaron a Interior de querer transformar el problema de Acenor en un conflicto de órden público.

La jornada comenzó para los sindicatos a las 5,30 horas con la aparición de los primeros piquetes en las principales empresas de la zona. La Policía Autónoma denunció ayer, a través de sus máximos representantes, la instrumentalización que se está haciendo del problema de Acenor, y el refinamiento progresivo en el "armamento de guerra" de los huelguistas, quince de los cuales intentaron asaltar la comisaría con cohetes, bolas de rodamiento y piedras, al filo de las ocho horas. A partir de ese momento la tensión se incrementó minuto a minuto. A la puerta de Acenor se definían las estrategias y se lanzaban las consignas. "Deja que se acerquen y apunta" le indicaban al que portaba el lanzacohetes.

Un grupo de jóvenes se adelantaba con tiragomas y hondas hasta que los agentes salían de detrás de un muro con el que se protegían. Entonces actuaban los lanzacohetes frenando la ofensiva a base de pelotas de goma y algún bote de humo. Cada acierto era ovacionado por los trabajadores, que contemplaban la batalla subidos a las vallas de la fábrica.

Esta escena se repitió unas diez veces hasta que una patrulla formada por quince agentes de la comisaría de Llodio intentaron entrar a la fábrica sorteando barricadas incendiadas y contenedores esparcidos por la calle. Dentro de la fábrica un centenar de empleados se apiñaron en la esquina por la que intentaba penetrar la Policía vasca y resistieron durante unos diez minutos el intenso cruce de pelotas de goma.

Los principales sindicatos vascos lo advirtieron hace varias semanas. El mantenimiento de los planes de reconversión previstos para el sector vasco de Acenor y AHV supondrá la "radicalización de las movilizaciones de los trabajadores". Las dos jornadas de huelga vividas esta semana con la prueba más palpable del rechazo al cierre de las plantas de Hernani y Llodio.

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