Rusia tendrá precios libres dentro de un mes

El Gobierno de Rusia acordó ayer una segunda oleada de liberalización de precios que afectará a los productos de primera necesidad que hasta ahora. seguían controlados, como el pan, la leche, la mantequilla, el aceite y el azúcar. Según el responsable de la reforma económica, Yegor Gaidar, a finales de marzo sólo seguirán bajo control las medicinas, la comida infantil y los servicios de agua, gas y electricidad, mientras que los precios de los combustibles serán paulatinamente liberalizados. "Rusia va a atravesar por un periodo muy difícil", admite el propio Gaidar.

Los precios se han multiplicado por 20 en un año y algunos datos oficiales sitúan al 80% de la población por debajo de la línea de pobreza. La decisión tomada ayer -que afectará también al vodka, y para la que no hay calendario de aplicación, salvo el detalle de que estará cóncluída dentro de un mes- figura en un memorándum que incluye una serie de medidas para acelerar la transición hacia la economía de mercado, medidas cuyas líneas maestras han sido pactadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Rusia desea ingresar cuanto antes en esta entidad internacional para tener acceso a créditos por valor de 12.000 millones de dólares que le permitan equilibrar su balanza de pagos y para lograr que los países más ricos le proporcionen otros 5.000 o 6.000 millones con que crear un fondo para sostener la cotización del rublo.Las medidas tienen como objetivo lograr que los mecanismos de mercado "funcionen, con normalidad a finales de año", según Gaidar. Para ayudar a ello, el Gobierno también adoptó medidas contra los monopolios, entre las que figura la posible reorganización forzosa de algunos sectores.

A la reunión del Gobierno que apoyó las medidas pactadas con el FMI asistieron los jefes de las repúblicas que forman parte de la Federación Rusa y el vicepresidente Alexandr Rutskói, que se ha destacado por su oposición a la reforma económica. Este último, según informó ayer la agencia Interfax, ha sido ya investido por el presidente Borís Yeltsin de poderes especiales para que pueda llevar a cabo la reforma agraria, tarea que el presidente le ha encomendado. Rutskó1 podrá obtener fondos para la agricultura mediante la venta de las propiedades militares en otros países y la exportación de excedentes de armamento. También podrá enviar soldados a trabajar al campo si lo considera necesario.