Juan Pablo II inicia una gira por África para potenciar el diálogo con el islam
El papa Juan Pablo II emprendió ayer un nuevo viaje por África, el octavo a ese continente y el número 54 fuera de Italia en sus 12 años de pontificado, marcado por el interés del Vaticano en potenciar su diálogo con el islam. Este deseo, ya manifiesto en las críticas del Papa a la política norteamericana durante la guerra del Golfo, resulta más evidente ahora que la Iglesia ha iniciado un proceso de aproximación a Israel, sometido a sobresaltos históricos y a las coyunturas de las negociaciones de paz para Oriente Próximo.
Los intentos vaticanos de aproximación se han extendido recientemente incluso a Irán, sede de un integrismo frente al que Roma se ha mostrado siempre distante. Senegal y Guinea-Conakry, los dos países de mayoría musulmana que, además de la pequeña Gambia, Juan Pablo II visitará en este viaje de ocho días, se caracterizan, en cambio, por una buena convivencia de los musulmanes con los católicos. Tanto el presidente senegalés; Abdu Ditif, como el guineano, Lansana Conte, están casados con católicas.El viaje a Senegal marca, con todo, un hito, ya que hasta ahora Juan Pablo II no había conseguido visitarlo. Las tensiones generadas entre el integrista Marcel Lefebvre, primer obispo de Dakar tras la independencia del país, y su histórico primer presidente, Leopoldo Sedar Senghor, un intelectual de corte casi europeo, hicieron que ese viaje no pudiera concretarse.
La Organización de Acción Islámica, un movimiento integrista no reconocido por el Gobierno, prepara protestas contra el Pontífice.
Uno de los momentos culminantes de la visita del Papa a Senegal, donde la mayoría musulmana es del 80%, será su escala en la isla de Gorée, punto de embarque de unos 60.000 esclavos hacia América en el siglo XIX y motivo para que Juan Pablo II haga un canto a la libertad del hombre.
Guinea es, en cambio, un país en el que este Papa ha estado ya varias veces. El régimen de Lansana Conte, que en 1984 derrocó a Seku Ture y puso fin a años de tensiones entre la Iglesia y el Gobierno, atraviesa por momentos poco estables.
Los desequilibrios económicos Norte-Sur y la plaga del sida, visibles en estos países africanos, darán ocasión para que Juan Pablo II ponga a prueba sus nuevos discursos sociales y de moral sexual.
El Papa ya ha visitado 31 países africanos, en junio visitará dos más y espera haber recorrrido lo docena restante antes de la celebración del sínodo episcopal africano, a celebrar en 1993 o 1994.
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