España y Francia llegan a un principio de acuerdo para crear brigadas mixtas de policía contra ETA

Los ministros del Interior español y francés, José Luis Corcuera y Philippe Marchand, respectivamente, han llegado a un principio de acuerdo para abordar la creación de brigadas con policías de ambos países para acosar a ETA en Francia. Esta luz verde de Marchand se produce tras una negativa inicial, basada en los problemas jurídicos que originaría el que funcionarios españoles operasen en Francia. Hace dos semanas, Corcuera reiteró su petición a Marchand, y se prevé que en una próxima reunión bilateral se concrete su articulación.

El 17 de octubre, el mismo día en que se producía un triple atentado en Madrid, se reunieron en la capital española José Luis Corcuera y Philippe Marchand. En ese encuentro Corcuera planteó a su homólogo la necesidad de que Francia incrementase los efectivos policiales que destina específicamente a combatir a ETA o que, en su defecto, permitiera actuar en territorio francés a un mayor número de agentes españoles en tareas de información.Semanas más tarde, Marchand respondía a Corcuera por carta que ni se comprometía a incrementar efectivos ni admitía la otra opción: "En lo que concierne a la constitución de brigadas mixtas, le hago notar que no es jurídicamente posible ni en Francia ni en España. Para superar esta dificultad, sugiero que policías españoles vengan puntualmente a la sede de la Policía Judicial de Bayona o a la de los servicios de información en calidad de observadores".

Esta contestación causó un hondo malestar entre los responsables de la lucha antiterrorista, que fue transmitido a sus homólogos franceses. Altos cargos de Interior plantearon en conversaciones privadas que, en un momento dado, España podría denunciar en el Grupo de Trevi (ministros de Interior de los Doce) la actitud de Francia, con un texto como el siguiente: "Somos un país miembro de Trevi que tiene un grave problema de terrorismo y otro país miembro, Francia, no nos está ayudando en la medida que la situación requiere".

Aunque ningún responsable antiterrorista español llega hasta el límite del PP de declarar que existe una "pasividad" francesa frente a ETA, la mayoría de estos mandos españoles coincide en que el número de efectivos dedicados a esta tarea por Francia es insuficiente.

No obstante, incluso la propia dirección etarra había advertido a sus comandos: "Tener en cuenta el daño que nos está haciendo el Gobierno francés". No en vano, argumentan estas fuentes, el seguimiento de contactos de sospechosos y vigilancia de casas exige una dotación de agentes muy superior a la actual, que fuentes de ambos países cifran en medio centenar. Altos cargos franceses matizaron que existe un principio de acuerdo sobre su estudio, compromiso que otras fuentes extienden a su creación. Ambos departamentos eludieron dar una confirmación oficial.

Hace unas dos semanas, tras la ofensiva del comando itinerante en Barcelona y Valencia, Corcuera viajó en secreto a París para reiterar a Marchand la necesidad de crear estas brigadas mixtas. Según fuentes de la Administración de ambos países, Corcuera ha arrancado un principio de acuerdo.

Anuncio de Corcuera

Precisamente, en el funeral celebrado el martes en Murcia por el policía asesinado por ETA, Corcuera hizo el siguiente anuncio: "Hemos iniciado desde hace semanas una mayor colaboración, y espero que se concrete en los próximos días". Felipe González, en recientes declaraciones al diario británico The Times, en alusión a las autoridades francesas, afirmaba: "Están haciendo mucho por ayudarnos".

Fuentes de las administraciones de ambos países han confirmado que con ello Corcuera se refería a la creación de las brigadas mixtas. Distintas fuentes de Interior muestran su satisfacción por este cambio de actitud francés. En una próxima reunión bilateral de responsables de la lucha antiterrorista de ambos países, se habrá de concretar el funcionamiento y articulación de estas unidades.

Aunque parece fuera de toda duda que estas unidades estarán bajo mando francés, queda por concretar cuántos agentes las integrarán; si cada una de ellas incluirá miembros de los servicios de información de la policía y de la Guardia Civil o, por el contrario, se adscribirían a unidades distintas, y cómo se regulará su coordinación. Y queda por desarrollar formalmente su tarea, que, génericamente, parece destinada a labores de vigilancia y seguimiento de sospechosos. Sobre las detenciones, hasta el momento París lo ha juzgado una cuestión que, de manera innegociable, queda en sus manos.