Bonn se niega a pagar más por la evacuación de los ex soviéticos

El Gobierno alemán respondió ayer por primera vez con cierta dureza a las pretensiones de Moscú de aumentar el coste de la retirada de las tropas que el Ejército de la Confederación de Estados Independientes (CEI) mantiene todavía en el territorio de la antigua Alemania comunista.El ministro de Economía, el liberal Jürgen Moellemann, indicó que Alemania está ya pagando grandes sumas de dinero por la retirada de las tropas, al tiempo que encabeza la ayuda internacional a las antiguas repúblicas soviéticas. Según Moellemann, "estas peticiones sin base alguna no ayudan a nadie".

El ministro de Economía se refería así al contenido de la visita a Bonn, la semana pasada, del ministro de Defensa ruso, Pavel Grachov, quien, según la radio pública alemana, había pedido 7.000 millones de marcos más para completar la retirada de los más de 200.000 soldados que aún siguen en los cuarteles de la ex República Democrática Alemana.

Los militares ex soviéticos basan sus pretensiones en el valor de los edificios e instalaciones que dejará el antiguo Ejército Rojo a su salida del suelo alemán. Para Bonn esto es casi una ofensa, y preferiría que no les dejasen nada, teniendo en cuenta que el coste de limpiar el medio ambiente en las antiguas bases soviéticas excede en mucho el posible valor de las decrépitas instalaciones.

Cuando el canciller Kohl y el entonces máximo líder soviético Mijaíl Gorbachov acordaron la retirada de las tropas, el precio a pagar por Bonn, tan sólo en este concepto, se fijó en 14.000 millones de marcos. Esta cantidad se ha destinado en su mayor parte a construir viviendas en Bielorrusia y Ucrania para los oficiales que retornaban.