Rusia ayuda a Sofia a aclarar 'el crimen del paraguas'
El ex general de los servicios secretos soviéticos (KGB) Oleg Kalugin llegará el próximo día 10 de febrero a Sofía para ayudar a las nuevas autoridades búlgaras a encontrar a los responsables de la muerte del disidente Georgi Markov en Londres en 1978, uno de los crímenes más célebres de la guerra fría.
El Gobierno búlgaro intenta demostrar que Markov fue asesinado por orden del máximo dirigente comunista Todor Yivkov, al que hasta ahora sólo se juzga por cuestiones menores de corrupción y evasión de dinero público. Sin embargo, en los últimos meses se ha registrado toda una serie de muertes en Bulgaria, cuyos denominadores comunes son haberse producido en muy extrañas circunstancias y haber callado para siempre a personas vinculadas al caso Markov.El escritor y periodista Georgi Markov murió tras serle inyectada en plena calle londinense una minúscula esfera envenenada con la punta de un paraguas. Desde su huida de Bulgaria se había convertido en uno de los más conocidos acusadores de la dictadura de Yivkov a través de sus emisiones en lengua búlgara en la BBC.
Una reciente muerte ha complicado aún más el esclarecimiento del caso Markov y fortalecido la impresión de que grupos de la antigua Seguridad del Estado se mantienen organizados y activos para impedir por todos los medios que se haga la luz. Dos días antes de la prevista apertura de un juicio contra dos altos mandos de los servicios de espionaje del anterior régimen, acusados de sustraer y destruir el dosssier Markov, uno de ellos, el general Stoyan Savov, apareció muerto con un tiro en la sien, y, según las primeras informaciones, con un revólver, un Colt 38, junto al cuerpo. El aldeano que encontró el cadáver no vio el revólver que la policía dijo después haber encontrado junto al cadáver, y los vecinos de Savov aseguran que éste había dado pruebas de excelente humor en los días previos a su supuesto suicidio.
Serias dudas
El ministro búlgaro del Interior, Yordan Sokolov, comunicó la llegada de Kalugin y reveló a EL PAIS tener serias dudas sobre la versión inicial de la muerte de Savov: "Kalugin asegura que Markov fue asesinado por los servicios secretos búlgaros a petición de Yivkov y con ayuda técnica del KGB soviético". Respecto a la muerte de Savov, que debía comparecer ante un tribunal con el también general Vladímir Todorov, el ministro señaló que "algunas novedades apoyan la tesis de que no fue un suicidio".
La opinión pública búlgara ha' visto en la muerte de Savov una de las clásicas escenificaciones de un falso suicidio a que tan dado fue el régimen de Yivkov. "Los documentos han sido destruidos aquí. La verdad sobre éste y otros casos sólo se sabrá si se abren los archivos del KGB al respecto. Aquí no se hacía nada importante sin su aprobación", subraya el presidente del Parlamento búlgaro. El ministro confirmó que en los meses siguientes a la caída de Yivkov el 10 de noviembre de 1989 "se destruyeron documentos masivamente" en los archivos del Ministerio del Interior y la Seguridad del Estado.
Por otra parte, señala Sokolov, "es curioso que el general Todorov insista en que no se acuerda de nada en relación con el caso Markov, cuando se trata de un caso que le debería ser fácil de recordar. Había no uno, sino seis ficheros relacionados con Markov en los archivos de los servicios de información. Todos han desaparecido".
Según Sokolov, quien reconoce que "prácticamente todos los miembros de este ministerio lo eran también del partido comunista", las dificultades para esclarecer los crímenes del aparato comunista en Bulgaria, uno de los más represivos y faltos de escrúpulos de todo el Este, están tanto en la destrucción de pruebas como en el hecho de que los cómplices del mismo siguen ocupando los puestos clave en la justicia.
Las nuevas autoridades han probado que la orden de destrucción de documentos comprometedores fue emitida en enero de 1990 por el entonces ministro del Interior, Atanas Semerdiev.
[Bulgaria devolverá a sus propietarios originarios o a sus herederos todos los bienes confisca dos por el antiguo régimen comunista hace 40 años, según una ley aprobada el miércoles por el Parlamento, informa Reuter].
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.