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El déficit de todas las administraciones publicas se elevó el pasado año al 4,45% del PIB

Las cuentas del Estado más las de la Seguridad Social, las comunidades autónomas y los ayuntamientos arrojaron el pasado año un déficit (necesidad de financiación) del 4,45% del PIB. Este dato es la última estimación realizada por el Ministerio de Economía y Hacienda y supone, respecto del pasado año, elevar en cerca de medio punto la diferencia entre los ingresos y los gastos del conjunto de las Administraciones Públicas. El proceso de convergencia hacia la union económica y monetaria europea impone situar el déficit público total a finales de 1986 en el 3% del PIB. Los resultados del pasado año hacen retroceder a España en este camino, lo que ha llevado a Hacienda a plantear la necesidad de un esfuerzo presupuestario.

El Ministerio de Economía y Hacienda informó el pasado viernes a las comunidades autónomas de su estimación de déficit para el conjunto de las Administraciones Públicas alcanzado el pasado año. Los datos no son aún definitivos, puesto que la mayor parte de las comunidades autónomas y los ayuntamientos no han cerrado todavía sus ejercicios presupuestarios.De acuerdo con la estimación de Hacienda, el déficit del conjunto de las Administraciones Públicas (medido como necesidad de financiación y no en términos de caja) se elevó el pasado año al 4,45% del PIB, lo que supone aumentar en cerca de medio punto el resultado obtenido en 1990 (4%).

Del empeoramiento de las cuentas públicas son responsables tanto el Estado y la Seguridad Social como, en mayor medida, las comunidades autónomas y los ayuntamientos. El Estado más la Seguridad Social aumentó su déficit en una décima (3,1% en 1990 y 3,2% en 1991), mientras que las administraciones territoriales pasaron del 0,9% en 1990 al 1,25% el pasado año.

El reparto de 1991 con detalle fue el siguiente: El Estado registró una necesidad de financiación del 2,43% del PIB, la Seguridad Social del 0,77%, las comunidades autónomas, del 1,10% y las corporaciones locales, del 0, 15%, según los datos aportados por el Ministerio de Hacienda que aún no se han hecho públicos.

El pasado año supuso, pues, un retroceso en el camino hacia la convergencia europea acordado en la cumbre de Maastricht del pasado mes de. diciembre. Desde el año 1988 la necesidad de financiación de las Administraciones Públicas se ha elevado desde el 3,2% del PIB hasta el 4,45% del pasado año. El requisito es que este porcentaje se sitúe en el 3% en el año 1996, lo que junto con otras variables (inflación, deuda pública y tipos de interés) permitirá el paso a la tercera fase de la UEM (moneda única).

Tendencia al alza

En el año 1989 se registró una inflexión en este camino ascendente del déficit público debido a que ese año no se efectuó la devolución del impuesto sobre la renta que se aplazó a 1990, año en que hubo dos devoluciones. De aquí que en 1989 la necesidad de financiación se redujera del 3,2% de 1988 al 2,8% en 1989 para saltar al 4% en 1990. Si se corrige el efecto de las dos devoluciones en 1990, la tendencia se mantiene constantemente al alza.

Éste fue el principal argumento esgrimido el pasado viernes por el secretario de Estado de Hacienda, Antonio Zabalza, ante los consejeros autonómicos para pedir un esfuerzo presupuestario que permita reconducir hacia el 3%, como objetivo menos ambicioso, la tendencia al alza del déficit público. Durante la reunión del grupo de trabajo sobre coordinación presupuestaria, constituido tras el acuerdo de financiación autonómica del pasado mes de enero, Zabalza planteó un escenario presupuestario con varias hipótesis de trabajo para alcanzar ese objetivo del 3%.

Durante esta semana se han celebrado reuniones bilaterales entre Hacienda y los consejeros de cada autonomía para concretar el escenario hasta 1996 y cómo se repartirá entre las distintas administraciones el esfuerzo a realizar. Este escenario formará parte del plan de convergencia que el Gobierno español presentará ante la CE.

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