Los análisis revelan restos de clenbuterol en la orina de los intoxicados por hígado de ternera
Los análisis efectuados por el Departamento de Sanidad de Cataluña han revelado la presencia de clenbuterol, una sustancia prohibida que se utiliza clandestinamente en el engorde de ganado, en la orina de tres de las 41 personas que habían sido atendidas en distintos hospitales catalanes con síntomas de intoxicación después de haber comido hígado de ternera. A estos 41 hay que añadir seis intoxicados más en el País Vasco también por hígado de ternera procedente de Cataluña, y otros 14 en Mallorca, que comieron carne.
Inspectores de los Departamentos de Sanidad y Agricultura han tomado muestras de la orina de las reses y de los piensos que toman en 16 granjas de las comarcas del Vallès Oriental, Baix Llobregat, Osona y la Cerdanya, que sacrificaron sus reses en los dos mataderos privados de los que salió la carne contaminada. Las 1.500 terneras que suman estas granjas han quedado inmovilizadas cautelarmente.Pese a la investigación judicial iniciada hace dos años y las declaraciones formales de la Generalitat de perseguir su uso, el clenbuterol ha seguido utilizándose ilegalmente en muchas granjas, que incluso lo reciben mezclado con el pienso.
En los almacenes del laboratorio clandestino descubierto el miércoles en Constantí y Torredembarra (Tarragona) había varias toneladas de pienso mezclado con clenbuterol. El juez que lleva las diligencias de este caso ordenó ayer el ingreso en prisión de José Luis Díez, propietario de la empresa Aixaldi y presunto responsable de la red clandestina de fabricación y distribución de clenbuterol.
Ha sido relativamente fácil seguir el itinerario del hígado, ya que 30 de los intoxicados eran trabajadores de una empresa de Sabadell, otros cinco eran clientes de un restaurante de la misma ciudad y los otros seis pertenecen a dos familias, una de Cerdanyola y otra de L'Hospitalet, que comieron el hígado en casa.
Dosis desmesuradas
"Además de engordar a los animales con una sustancia prohibida, y por tanto actuar de forma ilegal, los ganaderos implicados en este fraude son tan descabellados que encima lo hacen mal y nos ponen a todos en peligro", indicó el consejero de Sanidad, Xavier Trias, a este diario. El presidente del Colegio de Veterinarios de Cataluña, Joaquim Sabaté, pidió que se castigue con más severidad a los ganaderos que incurren en irregularidad.
Para que el clenbuterol haya llegado a concentrarse en el hígado en tal cantidad como para provocar una intoxicación en el consumidor, ha tenido que ser administrado al animal en cantidades desmesuradas. El clenbuterol se metaboliza en muy poco tiempo y el hígado es el órgano que actúa como filtro.
Ninguno de los 14 intoxicados en Palma de Mallorca y Soller comieron hígado, sino carne. A la espera del resultado de los análisis de orina que se les ha practicado, el director general de Sanidad de Baleares, Bartolomé Cabrer, sostiene que se trata de una intoxicación por clenbuterol, pues los síntomas son idénticos a los provocados por esta sustancia y todos ellos comieron carne de la misma partida, la número 105015, procedente de Cataluña, informa Andreu Manresa.
Ello significa que además de haberse administrado a las reses dosis exageradas, la ingesta se mantuvo hasta una fecha muy próxima al sacrificio. Y en este caso no se explica que el animal llegara al matadero sin síntomas de sobredosis. El reglamento de mataderos establece que ningún animal con síntomas de enfermedad o que no llegue por su propio pie podrá ser sacrificado.
Otras sustancias
Los inspectores que investigan el caso sospechan que además del clenbuterol los ganaderos han utilizado otras sustancias también prohibidas. El clenbuterol es un anabolizante que hace aumentar la concentración de proteínas en los tejidos musculares y disminuir las grasas, pero la carne se hace más dura y más seca, de modo que poco antes del sacrificio se administran al animal antitiroideos que provocan una retención de líquidos para lograr así aumentar el peso y mejorar el aspecto de la carne.
El clenbuterol es un B-agonista que tiene efectos similares a los de la adrenalina; es decir, actúa sobre el sistema nervioso central provocando una situación de estrés. De ahí que los síntomas que presentan los intoxicados sean taquicardias, gran agitación nerviosa, dolores de cabeza y temblores, que habitualmente desaparecen en unas horas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.