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Entrevista:

"No voy a reflotar un sector privado en crisis con fondos públicos"

José Antonio Griñán se presenta como ministro del Sistema Nacional de Salud (SNS) y no sólo ministro del Insalud", para situar después entre sus objetivos inmediatos una "reunión con las autonomías para proponerles un plan nacional para el saneamiento del sistema. Necesito que el SNS funcione coordinada e integradamente", dice Griñán. Ese plan abordará fundamentalmmente el tema de "Financiación, distribución de la Financiación, control presupuestario y eliminación del déficit acumulado". Este déficit supera el medio billón de pesetas, según estimaciones del nuevo ministro. En el terreno de las cifras, Grifián se atreve a apuntar otro dato polémico: si sólo el Insalud tiene 150.000 pacientes en lista de espera, la cifra total de españoles en esa situación ronda los 300.000". Para solucionar este problema, apunta tanto la reducción de la estancia media de ingreso en los hospitales públicos -"sólo con un día menos, saco 4.000 camas en el Insalud"- como aumentar conciertos con el sector privado. Para ello, Griñán pide que este se especialice en las necesidades de la población."No estoy dispuesto a reflotar con fondos públicos un sector privado en crisis. Éste se tiene que especializar tras mantener un diálogo con el fínanciador. Es decir, con el ministerio", afirma Griñán. "Nosotros podemos decirles provincia por provincia, región por región, cuál es la pirámide de la población, patrón de morbilidad, frecuentación sanitaria, patologías, lista de espera y los recursos que vamos a establecer en esa región. A partir de ahí", dice el ministro, "si el sector privado invierte, pues concertaremos con ellos. Yo estoy dispuesto a concertar la atención sanitaria a quien pueda vender me esa atención".

Escandalizado

Tras esto, manifiesta sus dudas sobre la posibilidad de que los sectores público y privado compitan entre sí. "Me escandaliza que se hable de competi tividad entre pública y privada Me dicen: haoa usted competitivo el sector público con el privado. Hombre, primero que el sector privado investigue, haga docencia, que forme MIR, y entonces competimos. Pero la competencia debe plantearse cuando las cargas sean iguales. En cuanto a las relaciones entre ambos sectores, Griñan considera que "hay que hablar de igual a igual porque, al final resulta que las compañías están asegurando asistencia sanitaria sin recursos propios. Los recursos los pongo yo, la sanidad pública. Eso se tiene que terminar, no puede ser que una compañía se anuncie como un seguro de asistencia sanitaria integral sin medios propios y con facultativos que trabajan en el sector público", concluye. En efecto, los Presupuesto Generales del Estado prevén en Sanidad 18.000 millones de pesetas por camas ocupadas por las compañías privadas, pero un porcentaje elevado de esa cantidad no llega a cobrarse nunca. Ha llegado al ministerio con la expectación que precede al encantador de serpientes que se necesita para sacar la sanidad de un letargo de años. Y algo tiene de ello: en tan sólo una semana, José Antonio Griñán ha aplacado los ánimos recibiendo a representantes de médicos, farmacéuticos, enfermería y sindicatos. De las entrevistas, ha sacado la conclusión de que "coinciden con mi diagnóstico: el sistema sanitario sigue orientado como estaba hace 25 años. Es decir, según el patrón de morbilidad que había en España en los años 66-67, cuando se construyó. Predominaban entonces las enfermedades infecciosas y SC orlentaba a la curación".Pero hoy día eso ha cambiado. "La morbilidad dominante son enfermedades crónicas. La gente padece dolencias que no se curan y sobrevive a ellas con una merma en su calidad de vida. Por eso yo creo", continúa Griñán, "que el sistema sanitario se tiene que orientar basándose en tres piezas: primero, salud pública (promoción y prevención); segundo, investigación, y en tercer lugar, cuidados sanitarios. Este trabajo es urgente empezarlo ya".

Sobre los hábitos de vida que inciden en esas enfermedades crónicas - patologías cardiovasculares, cáncer, insuficiencia renal, etcétera- anuncia medidas para reducir el consumo de tabaco -me parece vergonzoso que un médico entre a la habitación de un paciente con un cigarro en la mano- especialmente entre el personal sanitario. Con respecto a la limitación de la publicidad, el ministro de Sanidad apunta que "quiere conocer primero las resistencias del sector".

"Yo también puedo tener sida"

José Antonio Griñán no prevé cambios sustanciales en la política de su departamento con respecto al sida. Un reto sanitarlo para la próxima década, que debe resolverse, en opinión del ministro, con el apoyo de toda la sociedad. "El plan nacional del sida está funcionando bien, el problema es que tiene que funcionar también en la sociedad, aunque afortunadamente creo que empieza a ser así desde que nos hemos dado cuenta de que no es un estigmatizado el que padece sida. También el heterosexual tiene riesgo. Yo mismo puedo tener sida. El ministro de Sanidad puede tener sida, igual que puede tenerlo cualquier persona de vida ordenada", afirma José Antonio Griñán.Reconocer la enfermedad, "como han hecho Magic Johrison y otras personas públicas" es, a su juicio, el primer paso para que esta aflore. Tras esto, se muestra contrario a considerar obligatorios los análisis que detectan la presencia del virus VHI. "Recomiendo la prueba a las personas que tengan alguna duda razonable, pero llegar a obligarlas me parece muy complicado. Me preocupa siempre más la enfermedad de la sociedad que la enfermedad individual". "Yo he vivido, cuando hace dos años se detectó un brote de cólera en Marruecos", recuerda el ministro, "que hubo quien propuso que se hiciera un carril específico para los magrebíes que cruzaban la Península". "Por eso", continúa, "mientras no tenga garantías suficientes de que la sociedad es solidaria con la enfermedad y con los enfermos, prefiero no hacer obligatorias las pruebas", concluye José Antonio Griñán.

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