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Shamir se enfrenta a una moción de censura laborista

El Gobierno minoritario del primer ministro israelí, Isaac Shamir, tiene todas las posibilidades de triunfar en la moción de censura laborista que será debatida el lunes en la Kneset (Parlamento). "Una vez más, Simón Peres se ha precipitado y ha vendido la piel de¡ oso antes de haberlo matado", comentan en los círculos próximos al primer ministro. Por otro lado, el ministro de Asuntos Exteriores, David Levy, firmó ayer en Pekín el establecimiento de relaciones diplomáticas formales entre los dos países, lo cual se espera facilite la intervención china en el proceso de paz árabe-israelí.

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Shamir será salvado por los dos diputados del Tsometh (ultranacionalistas) que, aunque en la oposición, se han comprometido a votar a favor del Gobierno. Los otros ocho diputados ultranacionalistas, igualmente en la oposición, se abstendrán, reforzando así indirectamente al Gobierno de Shamir. En resumen, y a menos que se produzca un improbable e inesperado desarrollo de los acontecimientos a última hora, Shamir juega y gana.

Paralelamente, el jefe del Likud continúa sus consultas con los otros partidos para llegar a un acuerdo sobre la fecha de las elecciones. La fecha preferida por Shamir es junio.

Shamir ha declarado que espera conseguir adelantar las elecciones parlamentarias porque no quiere recomenzar, varias veces al mes, la batalla para asegurar la supervivencia de su Gobierno.

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El secretariado del Likud se ha reunido y fijado el 20 de febrero como fecha para la elección del jefe del partido, que será cabeza de lista y, en caso de victoria electoral, el futuro primer ministro de Israel.

Por ahora, Shamir y Ariel Sharon, ministro de Asentamientos, han presentado su candidatura. El ministro de Exteriores, David Levy, será el tercer candidato, según aseguran fuentes bien informadas. Levy se encuentra en Pekín, donde ayer firmó con el Gobierno chino el establecimiento de relaciones diplomáticas formales entre los dos países. Esto facilitará que China juegue un papel importante en las negociaciones árabe-israelíes para un acuerdo de paz en Oriente Próximo.

Respecto al Partido Laborista israelí, los enfrentamientos entre Peres e Isaac Rabin, los dos principales candidatos al liderazgo del partido, son menos virulentos. "Es preciso poner fin a esta batalla de gallos que debilita y avergüenza al partido", dijo el diputado y ex ministro de Defensa Ezer Weiman.

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