"Rusia y Ucrania son como marido y mujer"
Los marinos del mar Negro esperan que las dos repúblicas definan la suerte de su flota
"Entre Rusia y Ucrania no puede haber guerra. podemos discutir con palabras fuertes, como marido y mujer, pero nunca haremos la guerra entre nosotros", afirma pável, un oficial del estado mayor de la flota del mar negro que está sufriendo estos días, como todo el mundo en sebastopol, la tensión generada por el conflicto que enfrenta a rusos y ucranios por el control de esos barcos.
En esta ciudad portuaria, todavía cerrada a los visitantes, todo el mundo se aferra a la idea de un acuerdo y espera que se produzca el próximo día 24, fecha prevista para que Borís Yeltsin y Leonid Kravchuk, presidentes de Rusia y Ucrania, respectivamente, diriman sus diferencias.Pável explica que él es ucranio, pero que su mujer es rusa, y no concibe una guerra entre gente de la misma familia. "Aunque algunos políticos crean que puede haber conflicto", añade, "el pueblo no lo desea. Es muy difícil distinguir a un ruso de un ucranio, y si miramos nuestros árboles genealógicos, encontramos casi siempre antepasados de uno y otro lugar".
Ese rechazo frontal a la idea de un enfrentamiento es compartido, según Pável, por la práctica totalidad de sus compañeros. Pero las posiciones de los marinos de Sebastopol pueden parecer contradictorias. Su deseo es que la flota de la antigua URSS permanezca unida, porque tienen buenos amigos en cualquiera de ]as otras tres flotas: la del Báltico, la del Norte y la del Pacífico, que quedan en manos de Rusia. Al mismo tiempo, sin embargo, algunos de ellos están convencidos de que la flota del mar Negro acabará en manos, de Ucranía. "Estoy seguro de que será así", afirma tajantemente Oleg, unéx oficial de la Armada. "Estamos pasando unos, momentos muy malos" reconoce Pável al intentar hacer ver a sus compañeros que están expresando posiciones contradictorias a pesar de que todos están de acuerdo entre sí. E inmediatamente se escuda en una frase que se oye por todas partes en Ucrania: "El problema sólo se puede resolver políticamente. Es la esperanza en el milagro que deben obrar dentro de una semana Yeltsin y Kravchuk.
Sebastopol, totalmente destruida en la Segunda Guerra Mundial, fue reconstruida en los años posteriores tal como era antes, por lo queel centro de la ciudad mantiene su viejo aspecto mediterráneo. La gran diferencia con otras ciudades similares es que por sus calles céntricas en vez de destacar los atuendos de los turistas caminan apresurados los marinos de la flota con su traje azul marino y su enorme gorra. Para el extranjero, pasear por sus calles permite saborear lo todavía prohibido.
La sede de la flota
En uno de los edificios neoclásicos del centro se encuentra el Es tado Mayor de la flota del mar Negro, cuyo almirante, Ígor Kasatónov, conversó el lunes con la prensa rusa. Él también insistió varias veces: "Los presidentes han de buscar una salida, no no sotros". Pero eso no le impidió afirmar también categóricamen te- "Nuestra posicion es clara: nci estamos subordinados al Minis terio de Defensa de Ucrania. Formamos parte de las fuerzas, estratégicas".
Kasatónov afirmó que, en todo caso, la solución que se adopte "no debe afectar a la capacidad de combate de la flota". El almirante no se limite a dar razones históricas o sentimentales para reclamar que, la flota bajo su mando quedara en manos de Rusia, sino que argumentó que era un factor determinante para mantener el equilibrio en el Mediterráneo. "Si la flota del mar Negro pasara a Ucrania, su potencia disminuiría con el tiempo y la Sexta Flota norteamericana cobraría ventaja", dijo, después. de aludir a. un supuesto acuerdo de Kravchuk con el presidente de EE UU, George Bush.
"Se está especulando con el bienestar de las familias y el futuro de los hijos, y no se puede jugar con los sentimientos", comentó el almirante, aludiendo. así a la política ucrania de atraer a los militares con ofertas de una vida mejor.
Pero la posición de Pável, con sus más de 20 años de destino en Sebastopol, no coincide con la de su almirante. "Yo tengo aquí mis raíces. Mi mujer es de esta ciudad y aquí están todos mis amigos. Yo no quiero irme si se llevan la flota. Los marinos decimos: 'Si la patria lo manda, hay que cumpli?. Pero ahora es más fácil rechazar el traslado".
Muchos marinos tienen también su vivienda en Sebastopol, y Pávél cree que la mayoría rechaza, como él, la posibilidad de ser trasladados, lo que podría suceder si la flota, en lugar de quedar en manos de Ucrania, pasara a Rusia. El traslado a los puertos rusos, Novorrosfisk y Tuapsé, sin embargo, no agrada a nadie. Son peores que el de Sebastopol y además, carecen de las instalaciones necesarias para el mantenimiento de la flota.
Las instadaciones
Mikota Porovski, vicepresidente del grupo nacionalista ucranio Ruj, comentó días atrás a EL PAÍS que el hecho de que las ins talaciones de los puertos ucranios fueran básicas para la flota era un argumento de peso para que pasara a manos de Ucrania.
"Sin esas instalaciones, los barcos se convertirán muy pronto en chatarra", dijo. Porovski utilizó otros tres argumentos para reclamar la flota del mar Negro: que ha sido construida en los astilleros de Ucrania, que su república ha contribuido anualmente en un 40% a la financiación de todo el Ejército Rojo, y que los acuerdos de Minsk prevén que cada república pueda quedarse con todo aquello que se halle en su territorio. Y las bases de la flota del mar Negro están en Ucrania.
Tras las últimas negociaciones, en que Rusia admitió el principio de que Ucrania tiene derecho a parte de la flota, los dirigentes de Kiev se muestran esperanzados ante la próxima cumbre de Yeltsin y Kravchuk.
Porovski va todavia un poco más allá al afirmar: "El problema de la flota del mar Negro no existe. El problema es simplemente de los altos mandos de la flota, que no quieren subordinarse al Ministerio de Defensa ucrániano. Por eso es preciso buscar una solución a nivel político. Los presidentes deben ponerse de acuerdo, dar la orden, y punto".
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