Ayuntamiento y Comunidad creen que la huelga fue intolerable

Ningún coche de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) circuló ayer en Madrid. Los 6.900 trabajadores de la empresa, conductores, personal administrativo y los agentes de las zonas de estacionamiento vigiladas (ORA) siguieron el paro de 24 horas convocado por la Plataforma Sindical, mayoritaria en el comité laboral, en protesta por las sanciones impuestas a 36 trabajadores por otros paros.Los responsables políticos del Ayuntamiento y de la Comunidad pretenden ser firmes con los directivos de la Plataforma Sindical que. han convocado lo que todos califican como una huelga ilegal. El alcalde, José María Álvarez del Manzano, afirmó a la cadena COPE que se adoptarán medidas sancionadoras por "un desplante de personas que desprecian a los más humildes de la sociedad".

Julián Revenga, consejero de Transportes, que confirmó el estudio de las sanciones, explicó ayer que el asunto había sido abordado en el Consejo de Administración del Consorcio de Transportes, y afirmó: "Estamos dispuestos a tomar medidas fuertes y oportunas para que los ciudadanos tengan las tranquilidad de que son los representantes públicos los que dirigen el transporte y no una asamblea de base".

Pablo Rodríguez Peña, líder de la Plataforma, reconoció que en la convocatoria del paro no se han cumplido los requisitos fijados por la normativa sobre huelga en los servicios públicos: avisar a la empresa y a la inspección laboral con 10 días de antelación. Rodríguez Peña apostilló: "Avisemos o no, siempre acaba siendo todo ilegal porque nos fijan unos servicios mínimos abusivos".

La Plataforma está dispuesta a convocar nuevos paros si hay sanciones a los trabajadores. Éstos se concentraron en las cocheras de la EMT sin que hubiese incidentes.

Responsables autonómicos del consorcio confían en que el Ayuntamiento ejecute, al ser el alcalde el presidente de la EMT, las sanciones que ayer todos estimaron necesarias. Fidel Angulo, gerente del Consorcio Regional de Transportes, calificó la huelga como "un atropello para los ciudadanos y un desafía enorme a las instituciones". Angulo señaló que, tras la apertura de los expedientes disciplinarios, "el despido sería una sanción adecuada".

Fuentes del consorcio rebordaron que hace dos años, en París, fueron despedidos los dirigentes sindicales de una huelga en la que el Ejército condujo los autobuses.