Pesimismo en las alturas

Altos cargos del Ministerio de Sanidad manifestaron ayer su pesar por la dimisión de Julián García Valverde, pero discrepaban al valorar las repercusiones que ese hecho tendrá en el Departamento. Así, mientras Francisco Ortega, secretario general de Salud Pública, y Regina Revilla, directora general de Farmacia, consideran que se continuará con las líneas marcadas para la reforma sanitaria, José Luis Adell, responsable de recursos humanos y organización, afirma que se abre "un compás de espera", y lleva su fidelidad a García Valverde hasta el punto de plantear su "dimisión irrevocable".Entre los objetivos inmediatos de Adell figuraba tanto la reorganización de los hospitales como convencer a los sindicatos para que anulen la huelga convocada para el día 30. Las discrepancias entre Sanidad y las organizaciones profesionales y sindicales han sido constantes en los 10 meses de García Valverde como ministro. Adell, que acompañó al ministro desde Renfe, hablaba con Vicente Garcés, secretario general de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos de España (CESM), sobre la tensión en el sector, cuando le llamó García Valverde para comunicarle su dimisión.