Temor entre los argelinos residentes en Francia a una dictadura militar
JAVIER VALENZUELA Los argelinos en Francia -un millón de personas-, tras haber temido en las últimas semanas la victoria del Frente Islámico de Salvación (FIS) y sus consecuencias para sus familiares en Argelia y para ellos mismos, se estremecen ahora ante la posible instauración de una dictadura militar. La dimisión de Chadli Benyedid, ha recibido la condena de las comunidades argelinas de París y Marsella. Partidarios del FIS -los menos- o enemigos de esa formación -los más-, todos interpretan la dimisión como "un truco" para interrumpir el proceso democrático.
"La última cobardía de un hombre que nunca tuvo demasiada personalidad. Con estas palabras, Wahiba, una estudiante de Medicina, analizó ayer la dimisión de Chadli. "Argelia", añadió, "va a dar en cualquier caso un terrorífico salto atrás. Si ganan los islamistas por procedimientos democráticos, mal; si los militares implantan una dictadura, peor".
En Marsella, el rector de la mezquita de esa ciudad también empleo palabras muy duras para referirse al ex presidente argelino. Su dimisión, dijo Hadj Alili, representa "una decisión inoportuna, grave y, cobarde, que confirma el juicio negativo, que el pueblo argelino se había hecho de Chadli desde su nombramiento, en 1979". Lo sucedido durante el fin de semana es "una nueva versión del golpe de 1962, un nuevo embargo del proceso democrático". Según Hadj Alili, el FIS es la única solución escogida democráticamente por el pueblo argelino".
Intento de robo
"Es preciso que el Ejército se mantenga tranquilo y se limite d un mero papel de defensor del proceso democrático" señaló Salah. Abbad Barehni, secretario general de la Federación Regional de Musulmanes del Sur de Francia. Barelini interpretó la dimisión de Chadli como "descarado intento de robarle al FIS una victoria conseguida en buena lid" y "un llamamiento a que los militares tomen el poder".
"Los militares tienen ahora luz verde para cometer, con el aplauso europeo, una matanza de militantes islámicos", afirmó Abdelkader, uno de los pocos simpatizantes del FIS en la capital francesa. En una longitud de onda muy distinta, el abogado Ahmed Ferhati declaró:"Apenas respirado, el perfume de la democracia va a desvanecerse en mi país. Los muertos de la re vuelta de 1988 no sirvieron para nada si al FLN [Frente de Liberación Nacional]- le sustituye el FIS o el Ejército". "sin democracia y sin laicismo", advirtió Ferhatí, "Argelia no podrá salir del subdesarrollo y Francia no podrá quitarse de encima la preocupación por la inmigración procedente del Magreb". El sentimiento expresado por el abogado era compartido por la mayoría de los argelinos de Francia, que habían sido desagradablemente sorprendidos por la victoria del FIS en la primera vuelta de las legislativas.
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