Fujimori acepta el peritaje papal para solucionar el contencioso con Ecuador
El presidente de Perú, Alberto Fujimori, ha ofrecido a Ecuador facilitarle el acceso a la navegación en el río Amazonas, y ha aceptado la designación de un perito del Vaticano para solucionar el conflicto fronterizo entre ambos países. Fujimori entregó su propuesta al jefe de Estado de Ecuador, Rodrigo Borja, y la expuso ante el Congreso Nacional, reunido en Quito en la tarde del viernes.
En un discurso de menos de media hora, que llegó a alcanzar gran dramatismo y fue recibido en un silencio que se cortaba, Fujimori resumió la oferta que había presentado a Borja.La propuesta dejó a casi todos perplejos, porque no se percibía del todo su alcance real. Tibios aplausos acogieron la intervención. Unos pensaban que Perú había recogido el guante lanzado por Borja ante la Asamblea General de la ONU y aceptaba someter el contencioso a una mediación papal. Otros preferían esperar a la letra pequeña.
El canciller de Perú, Augusto Blacker, amplió despus el contenido de la oferta. Perú esta dispuesto a facilitar a Ecuador la navegación por los afluentes septentrionales del Amazonas y el acceso al gran río. Eso no lleva aparejado cesión de soberanía territorial, aunque se permite la creación de una zona franca industrial por un período de 25 años, que podrá ser renovado. Ecuador podrá tener un consul y un representante aduanero. En el contencioso fronterizo, Perú propone que, "conforme a lo estipulado en el Protocolo de Río de Janeiro", antes de 30 días los dos países soliciten a los garantes (Estados Unidos, Argentina, Brasil y Chile) la designación de un perito técnico nombrado por el Vaticano para fijar los límites, ante todo en la zona donde el pasado septiembre se estuvo cerca de un conflicto bélico.
La propuesta peruana es hábil porque, en cierto modo, satisface la petición ecuatoriana de un arbitraje papal, aunque lo llama peritaje e insiste en la vigencia del Protocolo de Río. Al mismo tiempo facilita el acceso de Ecuador al Amazonas sin ceder soberanía territorial.
En sus palabras al Congreso ecuatoriano, el presidente peruano destacó que, en los últimos 10 años, su país "ha gastado 2.000 millones de dólares en acorazar la zona fronteriza" y se pronunció por que los tanques se conviertan en tractores en esa zona.
La obsesión por no ofender
Evitar cualquier tipo de ofensa al presidente de Perú, Alberto Fujimori, se convirtió en una obsesión de la diplomacia peruana durante las 48 horas de la visita de éste.En un seminario, celebrado en la cancillería, varias docenas de periodistas fueron aleccionados para evitar cualquier pregunta inconveniente a Fujimori. Los diplomáticos ecuatorianos recibieron la orden escrita de abstenerse del más mínimo comentario sobre las cuestiones debatidas.
Entre las misiones encomendadas a los diplomáticos estaba la de retirar en el hotel de Quito donde se hospedaba Fujimori cualquier mapa de Ecuador que mostrase las reivindicaciones territoriales, pese a que en las escuelas se estudia de forma obligatoria la asignatura Historia de Límites y en las publicaciones oficiales se asegura que "Ecuador ha sido, es y será un país amazónico".
La excepción fue Abdalá Bucaram, candidato presidencial en 1988, quien calificó a Fujimori de "chino mentiroso" y no asistió a la cena en honor del presidente peruano. Los diputados de su partido Roldosista Ecuatoriano tampoco es tuvieron en el Congreso duran te el discurso de Fujimori.
