_
_
_
_

Rusia y Ucrania liman sus discrepancias Militares

Las discrepancias entre Rusia y Ucrania en torno al tema militar no acaban de resolverse. El comandante en jefe provisional de las Fuerzas Armadas de la Comunidad de Estados Independientes (CEI), mariscal Yevgueni Sháposhnikov, se reunió ayer en Kiev con el presidente de Ucrania, Leonid Kravehuk, para tratar de limar esas diferencias. El dirigente ucranio comentó tras la reunión que "los principales temas" habían sido resueltos, lo que significa que otros problemas siguen abiertos. Y un portavoz del Ministerio de Defensa ucranio apuntó dónde se situaba el desacuerdo al decir que la cuestión de la flota del mar Negro se debatirá en la cumbre del lunes en Minsk, "pero ello no significa que vaya a resolverse ese día", matizó.

Tras desvincularse definitivarnente de la URSS el pasado día cinco, el Parlamento de Ucrania decidió crear unas Fuerzas Armadas con los tres Ejércitos: Tierra, Aire y Armada. Para formar esta última, los dirigentes ucranios reivindicaron tomar bajo su mando la flota del Mar Negro, con la única excepción de los buques que forman parte de la fuerza de disuasión nuclear. Rusia, por el contrario, parte del principio de que prácticamente la totalidad de la Armada ex soviética, incluida la flota del Mar Negro, debe seguir bajo un mando unificado.La agencia Interfax informó ayer que Rusia y Ucrania habían vuelto a chocar al abordarse el tema de la flota del Mar Negro en la reunión que mantuvieron el jueves en Moscú los ministros de Defensa de los once Estados de la. CEI con Sháposhnikov, previa a la que mantuvieron el mariscal y Kravchuk. De momento está aceptado el principio de que Ucrania tenga sus propias Fuerzas Armadas, pero las negociaciones para fijar sus límites avanzan dificultosamente.

Un segundo punto de discordia entre Rusia y Ucrania, que debería resolverse en la reunión que celebrarán el lunes en Minsk los presidentes de los Estados de la CEI, es el control sobre el botón nuclear. En Almá Atá se acordó el pasado día 21 que estuviera en manos del presidente ruso, pero que éste debía consultar a los presidentes de las otras tres repúblicas poseedoras de misiles estratégicos -Ucrania, Kazajstán y Bielorrusia- antes de lanzar un ataque nuclear. Ahora, los dirigentes ucranios quieren precisar como deben hacerse esas consultas para que quede claro que su poder de veto es real.

Ucrania y Rusia han chocado también esta semana al abordar los dirigentes de la CEI la coordinación de la reforma económica. El Gobierno de Kiev pretende que Rusia retrase quince días más su anunciada liberalización de precios, pero Moscú se niega rotundamente y ha reiterado que esta medida entrará en vigor el, dos de enero. Al mismo tiempo se pondrá en marcha el plan de privatizaciones, cuyas líneas maestras fueron aprobadas por el Gabinete ruso el jueves.

Éxito internacional ruso

Estos problemas en el interior de la CEI contrastan con el éxito internacional que ha tenido Rusia al lograr de forma rápida el reconocimiento internacional. Incluso China, cuyo Gobierno mostró inicialmente notables reticencias, decidió ayer reconocer a las repúblicas ex soviéticas, según informaciones no oficiales difundidas por la radio china.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Borís Yeltsin también está encontrando problemas dentro de Rusia para llevar adelante su decisión de crear un superminisierio ruso a partir del ministerio del Interior soviético y de las tres agencias de información en que se dividió el KGB. Algunos comentaristas de prensa han comparado ese nuevo Ministerio del Interior ruso con el tristemente célebre NKVD de los tiempos de Stalin. El Parlamento ha aprobado una resolución en la que propone al presidente que retire el decreto que crea el departamento, y hasta el ministro de Justicia, Nikolái Fiódorov, ha expresado su disconformidad con la medida.

El presidente ruso se reunió ayer con dirigentes del Ministerio y el jueves habló con miembros del Servicio Exterior de Información para alentarles a que trabajaran en estabilizar la situación internacional, con el fin de alejar "los procesos destructivos que pueden socavar la seguridad de Rusia", según la nota oficial.

En la puerta del despacho del Kremlin, que durante más de seis años ocupó Gorbachov, apareció hoy el nombre de su nuevo ocupante, el presidente ruso Borís Yeltsin. Aunque Yeltsin no ocupó fisicamente el despacho del ex líder soviético, ayer, su antecesor se vió obligado a atender las visitas que tenía programadas en el despacho de su jefe de Gabinete, Grigori Revenko. Cuando el ex presidente se presentó por la mañana temprano en el Kremlin se encontró con que su mesa y su butaca estaban ya en posesión de su sucesor y la única bandera roja que seguía ondeando en el Kremlin, la de su despacho, había sido sustituida por la azul, blanca y roja de Rusia. Por la noche, una brigada de obreros había hecho algunos cambios en la decoración para adaptarla a la nueva simbología rusa.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_